el cairo. Tres periodistas y cuatro guardias de seguridad murieron ayer en el asalto a la sede de la televisión siria progubernamental Al Ikhbariya, de cuya autoría Damasco responsabilizó a supuestos terroristas mientras los rebeldes apuntaron a desertores del régimen. Además de las víctimas mortales, otras nueve personas resultaron heridas y siete más fueron secuestradas durante el ataque, que comenzó a las 04.30 hora local (01.30 GMT) contra el edificio en el que se ubica el citado canal, en la zona de Jan al Shih, 35 kilómetros al suroeste de la capital.
Según el Gobierno sirio, "un grupo terrorista armado" perpetró el ataque, donde supuestamente asesinó a las víctimas e hizo estallar artefactos explosivos. Una versión diferente presentó el opositor Ejército Libre Sirio (ELS), cuyo lugarteniente, el coronel Malek Kurdi, dijo que fueron militares desertores de la Guardia Republicana, uno de los cuerpos de elite del régimen, quienes perpetraron el asalto. La televisión atacada es de propiedad privada, pero, como la inmensa mayoría de los medios sirios, es muy cercana al gobierno del presidente de Bashar Al Assad. Un empleado del canal dijo que varias personas resultaron heridas en el ataque, que comenzó a las 4 de la madrugada, según informó la cadena CNN.