Vitoria. Los candidatos a la presidencia mexicana fueron invitados esta semana a un inédito debate convocado por el movimiento estudiantil #YoSoy132, nacido al calor de la campaña electoral. Acudieron todos menos Enrique Peña Nieto, del histórico Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien encabeza las encuestas. El político priista argumentó que dudaba de la imparcialidad del debate, el primero convocado por la sociedad civil y no por el Instituto Federal Electoral (IFE), al haberse convertido en el blanco de las críticas del movimiento juvenil. Sí acudieron, en cambio, Andrés Manuel López Obrador, del izquierdista Movimiento Progresista; Josefina Vázquez Mota, del conservador y oficialista Partido Acción Nacional (PAN), así como Gabriel Quadri, de Nueva Alianza, partido ligado al poderoso sindicato de maestros.

La campaña mexicana entra esta semana en su recta final, de cara a la cita electoral del próximo domingo, en la que el partido que dominó la historia de México durante 71 años aspira a volver al poder. Y así lo indican las encuestas, que colocan a Peña Nieto hasta 12 puntos por delante de López Obrador y a 18 puntos de Vázquez Mota. Los analistas dudan de que la silla vacía de Peña Nieto que se mostró durante el debate afecte de forma negativa a su popularidad, en la que influyen favorablemente las principales televisoras. De hecho, este fue uno de los motivos por el que se creó el movimiento #YoSoy132, que denuncia la manipulación mediática y la corrupción política. Los estudiantes irrumpieron en la campaña electoral hace un mes como síntoma del descontento de una parte de la sociedad hacia la democracia mexicana. El previsible triunfo del PRI se interpreta también como el malestar de los mexicanos hacia los doce años de gobierno del PAN. Los analistas consideran que el partido conservador no ha sido capaz de llevar adelante la transición democrática que los mexicanos le demandaron el año 2000, cuando acabaron en las urnas con 71 años de gobiernos del PRI. El México de hoy se encuentra preso de la violencia vinculada al crimen organizado y de una pobreza que se agudiza pese a los buenos resultados macroeconómicos. A una semana de la cita electoral, los candidatos se preparan para su gran día.

Enrique Peña nieto (PRI)

Un rostro joven para un viejo régimen

Enrique Peña Nieto (Atlacomulco, Estado de México, 1966) es un político formado en el Estado de México, la entidad federal más poblada del país y ubicada junto al Distrito Federal. Abogado de profesión, se afilió al PRI en 1984 y en 2003 se convirtió en diputado local. Dos años más tarde salió elegido como gobernador del estado y basó su gestión en los 608 compromisos que adquirió durante su campaña; los más importantes, relacionados con infraestructuras. También destacó por su buena y estrecha colaboración con el Gobierno del Distrito Federal en temas que afectan a ambos territorios como seguridad, medio ambiente, empleo y transporte. Y es que, divididos políticamente, su separación no es tan clara en la rutina diaria.

Peña Nieto era, antes de presentarse a las elecciones, el gobernador más conocido por los mexicanos, y es que sus constantes apariciones en la televisión así como su boda con la actriz de telenovelas Angélica Rivera le dieron mucha fama. También fue buen gestor en cuanto a las finanzas públicas: durante su sexenio, la deuda del estado no creció, aumentó la recaudación y su gobierno fue considerado uno de los más transparentes del país. Sin embargo, su administración también cuenta con sombras, principalmente en el ámbito social. Una de las más trágicas fueron los sucesos de San Salvador Atenco de 2006. El 3 de mayo de aquel año, la fuerza pública prohibió a un grupo de vendedores de flores que se instalara en una de las calles principales, a lo que estos resistieron con la ayuda del Frente de los Pueblos en Defensa de la Tierra. El resultado fue un duro enfrentamiento entre estos y las fuerzas de seguridad de los tres niveles del estado: federal, estatal y municipal, que reprimieron con fuerza a los floricultores y campesinos, muchos de los cuales fueron a parar a la cárcel -algunos no fueron liberados hasta 2010-. Según investigaciones posteriores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hubo abusos por parte de las fuerzas de seguridad, detenciones arbitrarias, trato cruel, inhumano y degradante, allanamientos de morada, tortura, abuso sexual así como violaciones a 26 mujeres. También fallecieron dos personas.

Otro espinoso asunto es el de los feminicidios, ya que su entidad es la que más asesinatos de mujeres ha registrado en los últimos años. La Comisión Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos denunció los 922 asesinatos de mujeres entre 2005 y agosto de 2010 -la cifra ha ido creciendo, desde los 57 fallecimientos de 2005 a los 200 que tuvieron lugar en 2010-, una alarmante cifra y una impunidad en tono a ella que le llevó a solicitar al Gobierno federal una declaración de alerta de género. Además, según una Encuesta Nacional sobre Dinámica de Relaciones en los Hogares de 2006, el Estado de México es la entidad donde más mujeres en pareja dicen haber sufrido violencia -61 de cada 100-.

La alerta fue rechazada por el Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres, formado por representantes de los gobiernos de los diferentes estados del país, en los que el PRI es mayoría. "Lo primero que debemos entender es que la violencia no es algo que se ejerce desde fuera, no es un grupo de depredadores que va buscando mujeres para matarlas, no es un asesino en serie, es un caso en el que el enemigo está dentro y es la sociedad. Están en entorno cercano, familiar", explica Nelson Arteaga, sociólogo que ha investigado los feminicidios en este estado.

La previsible victoria de Peña Nieto en las elecciones despierta también temores entre algunos analistas políticos e intelectuales, como es el caso de Denise Dresser. "La ecuación de Peña Nieto es la misma de siempre del PRI: dinero, más publicidad, más maquinaria electoral clientelista, más apoyo de las televisoras igual a triunfo electoral", asegura. "Es una ecuación perfectamente planeada: cara bonita, más dinero, más televisoras, más publicidad, más PRI dinosáurico igual triunfo electoral. Es una fórmula concebida en el Estado de México y ahora instrumentada exitosamente a nivel nacional", ahonda Dresser. "De Peña Nieto estoy esperando alguna sustancia, que me diga qué visión tiene de México, qué va a hacer. No me gustaría dar el voto a un candidato que fuera pura forma y nada de fondo", manifiesta, por su parte, el ensayista y escritor Enrique Krauze.

López Obrador (PRD)

Un político tan carismático como polémico

"López Obrador ha tratado de moverse al centro del espectro político, pero no resulta una oferta convincente dado la desconfianza que generó en el pasado", opina Dresser sobre el candidato de la coalición Movimiento Progresista. Andrés Manuel López Obrador (Macuspana, Tabasco, 1953), presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) entre 1996 y 1999, jefe de Gobierno del Distrito Federal entre 2000 y 2005, y candidato presidencial en 2006, es una figura que genera polémica. Son tantos los que lo admiran como los que lo odian. En 2005, el entonces presidente Vicente Fox trató de desaforarlo, una maniobra que se interpretó como un intento de apartarlo de la contienda electoral debido a su popularidad. No lo consiguió y, tras una dura campaña electoral, perdió las elecciones frente a Felipe Calderón por 0,56% de los votos -pese a haber arrancado la campaña electoral con un 10% de ventaja sobre sus rivales-.

López Obrador no reconoció este resultado, denunció fraude y movilizó a sus seguidores en multitudinarias manifestaciones. López Obrador ha moderado su discurso y son muy pocos los que le comparan ya con el venezolano Hugo Chávez, principal argumento del PAN en la campaña de 2006. Sin embargo, esta semana ha despertado viejos fantasmas al alertar sobre posibles irregularidades en las elecciones.

Josefina Vázquez Mota

La oportunidad perdida de ser la primera presidenta

La exsecretaria de Educación Pública de Felipe Calderón, Josefina Vázquez Mota (México DF, 1961) se sitúa la tercera en las preferencias electorales, con pocas posibilidades de ganar. A comienzos de año, cuando se convirtió en la candidata oficialista a las elecciones presidenciales, era vista, en cambio, como la primera mujer con opciones reales de convertirse en la primera presidenta de México. Pero el legado de los 12 años de gobierno del PAN, una campaña poco exitosa y el auge de López Obrador han hundido sus posibilidades.