Atenas. El nuevo primer ministro griego, Andonis Samarás, dirigirá desde su casa el destino de Grecia tras haber sido operado este fin de semana de un desprendimiento de retina, por lo que no podrá asistir a la crucial cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea de esta semana.
A este problema se añadió ayer el hecho de que el designado para el importante puesto de Finanzas, el banquero Vasilios Rápanos, también hospitalizado después de sufrir un desvanecimiento y fuertes dolores estomacales el pasado viernes, presentó ayer su renuncia al cargo. Afirmó: "Después de haber discutido con los médicos, he llegado a la conclusión de que mi estado de salud no me permite aceptar el cargo".
Con un parche sobre el ojo derecho, Samarás abandonó ayer el hospital Attikon, tras recibir el alta, y se trasladó a su residencia privada del barrio ateniense de Kifissia, donde deberá permanecer en "reposo" durante ocho días, según recomendaron los doctores.
Sin embargo y debido a los cruciales acontecimientos que el país debe afrontar esta semana, el flamante primer ministro conservador dio instrucciones para poder dirigir el país desde su residencia.
Samarás no podrá asistir a la cumbre europea del jueves y viernes en Bruselas y la delegación helena estará dirigida por el presidente de la República, Karolos Papulias, cuyo cargo en Grecia es más bien protocolario. En un principio el Gobierno de Samarás eligió al ministro de Exteriores, Dimitris Avramópulos, para encabezar el equipo griego, pero ayer debió dar marcha atrás en esta decisión y pasar el encargo a Papulias para cumplir con las "reglas" de la UE, pues la cumbre es de jefes de Estado y de Gobierno.
La intención de Grecia es plantear una ampliación de los plazos establecidos por el plan de rescate firmado entre Bruselas y el anterior Gobierno heleno en marzo, así como suavizar los términos de ciertas medidas de austeridad exigidas.
"En estos momentos, la extensión del pago de la deuda está a punto para la negociación, dado que nuestros socios han comenzado a discutirla", explicó Simos Kedikoglu, el portavoz del Gobierno.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, afirmó ayer que no se espera "ningún acuerdo sobre el tema de Grecia en la cumbre de la UE", ya que antes la troika formada por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional debe regresar a Atenas, entrevistarse con el nuevo Gobierno y analizar la situación de las reformas exigidas.