Mohamed Mursi, proclamado hoy vencedor de las elecciones presidenciales egipcias, ha renunciado a su militancia en los Hermanos Musulmanes, como había prometido que haría si conseguía la victoria.

El Partido Libertad y Justicia (PLJ), afín al referido grupo islamista y presidido por el propio Mursi, anunció a través de su cuenta en la red social Twitter que éste deja de ser miembro de la esa hermandad.

Por la misma vía, la formación anunció que quien será el primer presidente civil de Egipto en 60 años, ofrecerá esta noche una rueda de prensa, aunque no especificó la hora.

Frente a la euforia que ha inundado a sus seguidores, el grupo quiso poner, igualmente, un punto de tranquilidad al subrayar que "la batalla por la democracia y la justicia no ha terminado y nosotros continuaremos en la plaza Tahrir".

Miles de personas, que este viernes estallaron en júbilo al escuchar la confirmación de sus esperanzas, se congregan desde el pasado martes en la famosa plaza para protestar contra las enmiendas constitucionales aprobadas por la Junta Militar, y que les reportan grandes prerrogativas ejecutivas.

Asimismo, claman contra la disolución de la Cámara Baja del Parlamento ordenada por el Tribunal Constitucional hace cerca de dos semanas.

La organización también expresó a través de Twitter su agradecimiento a "todos los egipcios", tanto a aquellos que votaron a su candidato como a aquellos que no lo hicieron.

Y afirmaron que "los egipcios están celebrando principalmente una gran victoria para la revolución", ya que consideran que Ahamd Shafiq, el ex militar derrotado, representaba al antiguo régimen del derrocado Hosni Mubarak.

"Es el momento de la unidad y de trabajar duro para enfrentar los desafíos futuros", señaló el grupo islamista antes de señalar que Mursi ya ha iniciado "conversaciones para formar un equipo presidencial y un nuevo Gobierno que representará de verdad el Egipto post revolucionario".

La victoria de Mursi le convierte en el primer presidente de Egipto tras la caída de Mubarak. EFE