Al menos 34 personas murieron ayer en Nigeria en atentados suicidas contra tres iglesias en el estado norteño de Kaduna y en los actos de venganza desencadenados tras los ataques, confirmaron fuentes hospitalarias. De esas víctimas, 23 fallecieron en los atentados y 11 perdieron la vida en ataques de jóvenes cristianos que salieron a las calles armados con machetes y garrotes para vengarse.
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