PAMPLONA. Giovanni Vantaggiato es propietario de un depósito de combustibles en la ciudad de Copertino (provincia de Lecce) y en su declaración ante la policía, que lo interrogó durante varias horas, habría señalado que su objetivo no era el instituto al que asistía la joven Melissa Bassi, sino el Palacio de Justicia, situado a unos 200 metros del centro educativo y del que quería vengarse al no haber recuperado el dinero perdido en un proceso por estafa.
Su coche, un Fiat Punto, aparece en varias grabaciones en las inmediaciones del Instituto "Morvillo Falcone" el sábado 19 de mayo cuando, presuntamente, hizo estallar tres bombonas de gas que alcanzaron a la estudiante.
La Repubblica detalla que no sólo la presencia del coche orientó las pesquisas policiales, pues también coincidía la gran semejanza física del detenido con la persona filmada por la cámara de un kiosco próximo a la escuela y las contradicciones en que habría incurrido durante los interrogatorios así como el contenido de una conversación interceptada con su esposa.
Tras su confesión, ha sido acusado por los jueces que siguen la causa de estragos con la agravante de fines terroristas.