ROMA. Monti pronunció un discurso durante el acto en el Jardín de la Memoria en Palermo con el que se pretende recordar a Falcone, que murió el 23 de mayo de 1992 junto a su mujer y tres escoltas, al explotar 500 kilos de explosivos escondidos bajo el asfalto de la autopista en Capaci, cerca del aeropuerto de la capital siciliana.
La matanza marcó un antes y un después en esa lucha contra la mafia con la que tan comprometido se mostró siempre el juez, aunque dos meses después fueron masacrados, también en Sicilia, el juez Paolo Borsellino y sus cinco escoltas, a quienes se recuerda hoy también.
"De Falcone, su mujer y la escolta, de su sacrificio, tenemos que volver a empezar cada día en la lucha sin cuartel contra todas las mafias. Cada uno de nosotros está llamado a este compromiso, y no tenemos que pensar nunca que las mafias son invencibles y ni anteponer nunca los intereses personales a los de la colectividad", dijo Monti, en un acto retransmitido por televisión.
El primer ministro aludió a los tres principales grupos mafiosos que tienen sus raíces en Italia, la Cosa Nostra siciliana, la 'Ndrangheta calabresa y la Camorra napolitana, organizaciones criminales a las que, según él, se debe combatir en todo el país, y no solo región por región.
"Sabemos que las mafias hoy son muy distintas de las que Falcone había comenzado a combatir. Han recibido y reciben golpes muy fuertes de la magistratura y las fuerzas policiales. Pero han sido capaces de reinventarse. Han multiplicado los lugares en los que asentarse", afirmó.
Monti aseguró que las instituciones del Estado italiano tienen que estar "lejos de toda sospecha de posibles vínculos" con la mafia y expresó su compromiso y el de su Gobierno tecnócrata con la reorganización normativa de las distintas legislaciones contra el crimen organizado que tramita el Parlamento.
"No hay que cansarse nunca de buscar la verdad sobre las muertes de Falcone y Borsellino. No existen razones de Estado que puedan justificar retrasos en la búsqueda de la verdad", dijo el primer ministro.
"Tiene que haber un compromiso cada vez más fuerte en la selección de representantes a elegir en los distintos ámbitos de gobierno. Los aparatos del Estado tienen que estar lejos de toda sospecha de vínculos de proximidad con las organizaciones mafiosas", agregó.
El primer ministro apostó además por crear las condiciones de "verdadero desarrollo" en los territorios italianos más desfavorecidos para evitar que la falta de trabajo "cree un terreno más fácil para el asentamiento de las mafias".
Este miércoles llegaron a Palermo los dos barcos llamados "Naves de la legalidad", provenientes del puerto de Civitavecchia, próximo a Roma, y de Nápoles con 2.600 estudiantes de 160 colegios de toda Italia y en los que viajaban también el ministro de Educación, Francesco Profumo, y el fiscal nacional antimafia, Piero Grasso.
En esos barcos fue recordada Melissa Bassi, la joven estudiante fallecida el pasado sábado en Brindisi (sureste de Italia) en un atentado a la entrada de su instituto, por el que aún se buscan al supuesto o los supuestos autores.