kabul. El presidente afgano, Hamid Karzai, anunció ayer los nuevos territorios en los que las fuerzas de seguridad afganas asumirán el control principal de la seguridad como parte de la tercera fase del relevo que se completará de forma plena en un plazo de entre 12 y 18 meses, entre los que figuran todas las capitales de provincia y la provincia de Kapisa, en el este del país, bajo responsabilidad francesa, entre otros.
La tercera fase de la transición cubre un total de 122 nuevas unidades administrativas, incluidas todas las capitales provinciales en todo Afganistán y las provincias de Uruzgán (sur), Kapisa (este) y Parwan (este), en su totalidad y en términos de población engloban al 25% de la población afgana.
Una vez completado el proceso de relevo en los nuevos territorios, dependiendo de las condiciones de seguridad sobre el terreno entre otros factores como consolidación de la gobernabilidad y desarrollo, las fuerzas afganas estarán al frente de la seguridad en once provincias y un total de 260 unidades administrativas territoriales en los que vive el 75% de la población total del país.
proceso de paz Un disparo acabó ayer en Kabul con la vida del antiguo líder talibán y destacado miembro del órgano negociador entre el Gobierno afgano y la insurgencia Arsalá Rahmani, lo cual asesta un nuevo golpe al ya maltrecho proceso de paz en Afganistán.
Rahmani recibió un certero disparo en la cabeza ayer por la mañana (hora local) cuando iba en su coche de camino a su oficina en la parte oeste de Kabul y murió casi en el acto, a pesar de que fue trasladado a un hospital cercano.
El portavoz de la policía de Kabul, Hashmat Stanikzai, precisó que el ataque fue perpetrado por tres desconocidos que se acercaron en otro vehículo al coche de Rahmani, le dispararon a través de la ventanilla y se dieron a la fuga. La insurgencia salió al paso del suceso casi de inmediato y uno de sus portavoces, Zabiulá Muyahid, negó que ellos estuvieran detrás del asesinato.