Copenhague. "¡Asesino!. ¡Mataste a mi hermano!. ¡Vete al infierno!", gritó en inglés en varias ocasiones el individuo, que fue retirado de la sala por varios agentes de Policía, informó la televisión pública noruega NRK.
Breivik no resultó alcanzado por el zapato, pero sí una de sus abogadas, Vibeke Hein Bra, aunque sin mayores consecuencias.
La acción provocó los aplausos de varias personas presentes en la sala, en la que había familiares de las víctimas y supervivientes de la matanza, mientras que otras irrumpieron en lágrimas, según la edición digital del diario noruego "VG".
La juez principal del caso, Wenche Elizabeth Arntzen, decretó una pausa, y el juicio se reanudó minutos después.
El incidente ocurrió en la primera parte de la vista de hoy, dedicada a las autopsias de las últimas víctimas de la isla de Utya, al oeste de Oslo y donde Breivik cometió una matanza en el campamento de las Juventudes Laboristas, donde murieron 69 personas.
Por orden del tribunal, no está permitido difundir imágenes de gran parte del juicio, incluida la presentación de las autopsias.