París. La organización policial internacional Interpol lanzó ayer una alerta roja para la detención y entrega del vicepresidente suní iraquí, Tareq al Hashemi, acusado de delitos de terrorismo y que está actualmente en Turquía. La organización con sede en Lyon precisó que la orden fue emitida a petición de las autoridades iraquíes por las sospechas sobre al Hashemi en relación con la "dirección y financiación de ataques terroristas" en Irak.
Interpol precisó que esta alerta significa que los 190 países miembros deben procurar localizarle y detenerle, después de la orden internacional emitida por las autoridades judiciales iraquíes.
El secretario general de la Interpol, Roland K. Noble, dijo en un comunicado que esta alerta "demuestra el compromiso de las autoridades iraquíes de trabajar con la comunidad policial mundial a través de Interpol para detener a individuos que se enfrentan a cargos graves". Esta alerta, precisó la organización, no constituye una "orden internacional de arresto" aunque reconoció que muchos de los países miembros de Interpol la consideran una petición válida para efectuar la detención provisional, especialmente si existe un acuerdo de extradición con el país que emite la orden.
Un tribunal de Irak decidió el pasado 3 de mayo posponer hasta el próximo día 10 el juicio contra al Hashemi. La primera sesión judicial contra Al Hashemi y sus guardaespaldas se iba a celebrar ese día en medio de una fuerte crisis política desatada en diciembre pasado, a raíz de la emisión de una orden de arresto contra el vicepresidente suní.
Diversos crímenes Al Hashemi y su personal de seguridad están acusados de haber cometido diversos crímenes, entre ellos los asesinatos de seis jueces, de un director general en el Ministerio de Seguridad Nacional, un oficial del Ministerio del Interior y una abogada.
Un total de 13 guardaespaldas de Al Hashemi habían sido previamente puestos en libertad por falta de pruebas, mientras que quedan detenidos otros 73 acusados.
El vicepresidente suní, que está inculpado por haber encomendado supuestamente a ese personal de seguridad varios asesinatos en su país, buscó refugio en el Kurdistán iraquí y ahora se encuentra en Turquía.