JERUSALÉN. La potente sirena antiaérea, que se escuchó en todas las ciudades y pueblos, detuvo el tráfico en calles y cruces, mientras los conductores salían de sus automóviles para, con los viandantes, ponerse firmes en señal de respeto.

Tan sólo los miembros de la minoría árabe -que no se identifican con la jornada-, y muchos de la comunidad ultraortodoxa judía -que consideran Israel un sacrilegio a sus estrictas creencias religiosas- se inhibieron de esta vieja tradición que acompaña las dos jornadas de luto nacional del calendario israelí.

La otra es en el día de recuerdo a los soldados caídos o desaparecidos en el campo de batalla, que se conmemora la semana que viene, en la víspera del día de independencia.

Hoy, el recuerdo fue para los 6 millones de judíos asesinados por los nazis en el período de la Segunda Guerra Mundial, desde la aprobación de las primeras leyes raciales de Nuremberg en 1935 -que privaron a los judíos alemanes de todos sus derechos civiles-, hasta la aplicación de la Solución Final para el judaísmo europeo en los campos de extermino.

A raíz de ese genocidio, los aliados dieron luz verde a la creación del Estado judío en 1948, acontecimientos ambos que salen a la luz en los actos de esta jornada.

"El Día del Holocausto en Israel tiene dos facetas, la primera (de carácter) nacional, es que tenemos un hogar nacional para el pueblo judío, y la segunda es que el pueblo judío no fue aniquilado tal y como lo tenía programado el nazismo", dijo a Efe Elías Soae, un ex policía de origen argentino.

Como otras conmemoraciones y fiestas del calendario judío, la jornada comenzó el anochecer anterior con un acto en el Museo del Holocausto de Jerusalén, en el que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, afirmó que si el Estado de Israel hubiera existido entonces, el genocidio no habría ocurrido.

"Nuestros enemigos intentaron enterrar el futuro judío, pero éste renació en la tierra de nuestros antepasados, aquí construimos nuestra base y un nuevo comienzo de libertad y esperanza", afirmó poco después de que supervivientes encendieran seis antorchas de recuerdo, una por cada millón de judíos asesinados.

Israel fijó esta jornada una semana antes del día de su independencia para resaltar el vínculo entre ambos capítulos de su historia, pero en occidente el Día Internacional del Holocausto se conmemora el 27 de enero, fecha de la liberación del campo de extermino de Auschwitz (Polonia).

Netanyahu y otros destacados líderes políticos, judiciales, religiosos y militares, participaron de nuevo esta mañana en otro acto oficial en el mismo Museo, que guarda el recuerdo de los 6 millones de víctimas y la identidad de la mitad de ellas.

En la lectura de sus nombres hoy en el Parlamento, el primer ministro afirmó que "esta es una forma de dar vida a las almas perdidas".

También recordó en su discurso que el peligro sobre el pueblo judío no se ha desvanecido y que, en la actualidad, sigue afrontando "llamamientos a exterminarlo", mencionando a Irán como "centro de esa amenaza existencial".

Soae explica a Efe que el pueblo judío "ciertamente" ve en el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, un peligro a su existencia.

"Que Ahmadineyad, y no hablo del pueblo iraní sino específicamente de Ahamdineyad, amenace con aniquilar al pueblo judío y niegue el Holocausto, ciertamente es percibido como una amenaza", afirmó.

En los últimos meses, Israel ha advertido que no tolerará que el jefe de un Estado que insta a "borrarla del mapa" tenga también la capacidad militar para intentarlo, lo que hace temer un ataque israelí contra el programa nuclear de Teherán, si fracasan las conversaciones que comenzaron el sábado en Estambul entre el Grupo 5+1 e Irán.