Estambul. La segunda conferencia de los Amigos de Siria volvió a apostar ayer en Estambul por una solución negociada, aunque insistió en que ésta debe darse "en cuestión de días, no semanas".
Los 83 países reunidos reconocieron, además, al Consejo Nacional Sirio (CNS), principal organización opositora en el exilio, como "un representante legítimo de todos los sirios". "Los Amigos de Siria reconocen al CNS como representante de todos los sirios, como interlocutor principal para las negociaciones en Siria y organización paraguas para la oposición siria", manifestó el ministro turco de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoglu, en rueda de prensa al término de la conferencia.
Nada se avanzó, sin embargo, en medidas más agresivas contra el régimen de Al Asad, como la intervención militar extranjera, el envío de una fuerza de paz árabe, o el apoyo explícito a la guerrilla siria, que demandan sectores de la oposición y ciertos países de la región. El documento final, de cuatro páginas, contiene, no obstante, numerosos detalles que respaldan la postura del CNS, como el expreso "apoyo a las medidas legítimas que tome la población siria para protegerse".
Llamamiento También recoge un llamamiento a los miembros de las fuerzas de seguridad sirias para que "no obedezcan órdenes ilegítimas", y una petición expresa para impedir el acceso del régimen al armamento.
Además, incluye el compromiso de los reunidos para "trabajar en medidas adicionales apropiadas que protejan a la población siria", frase ambigua que deja la puerta abierta a numerosas otras iniciativas.
Pese a que las conclusiones no permiten hablar de una nueva fase en la presión sobre el régimen, todos los participantes se esforzaron en presentar la reunión como un paso decisivo para poner fin a la violencia que ha segado ya la vida de más de 9.000 personas en un año.
La conferencia estableció, asimismo, dos grupos de trabajo: uno que se esforzará para ampliar las sanciones contra la dictadura de Al Asad y otro que trabajará para la recuperación económica de una futura Siria democrática.
Sin embargo, parece que cualquier medida quedará en suspenso al menos hasta hoy, cuando el enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, presentará ante el Consejo de Seguridad un balance de su iniciativa de paz, aceptada en teoría por Al Asad, aunque no puesta en práctica, según se denunció ayer. "No quiero juzgar de antemano: quiero escuchar lo que diga Annan, es un experimentado mediador", dijo la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton. Aún así, la jefe de la diplomacia norteamericana dio prácticamente por hecho que no habría cambios.