belfast. Una iniciativa independiente tratará de acercar a las dos comunidades históricamente enfrentadas en Irlanda del Norte con el fin de derribar las llamadas "líneas de paz", los muros que separan algunas barriadas católicas y protestantes. Con un presupuesto inicial de dos millones de libras (casi 2,5 millones de euros), el Fondo Internacional para Irlanda (IFI) quiere, en una primera fase, desarrollar programas de acercamiento que generen confianza entre ambos grupos, según informó hoy este organismo.
El objetivo final es acabar con estos infames hitos urbanísticos característicos de este territorio irlandés bajo soberanía británica, donde se estima que todavía hay 88 "líneas de paz", la mayoría de ellas en Belfast. Irónicamente, desde el primer alto el fuego del Ejército Republicano Irlandés (IRA) en 1994, gesto que propició la firma del acuerdo de paz cuatro años después, el número de estos muros erigidos ha aumentado en lugar de disminuir, muestra del sectarismo que aún afecta a católicos y protestantes.
Para el presidente del IFI, Denis Rooney, el proceso de paz y la normalización política ha creado, no obstante, un contexto que permite comenzar a hablar del fin de estas barreras físicas, aunque admite que primero hay que derribar las barreras psicológicas. Una parte de la ciudadanía norirlandesa aún cree que es demasiado pronto para eliminar los muros que separan algunos vecindarios, que en determinadas fechas del año -entre ellas las de los desfiles protestantes- se convierten de nuevo en focos de violencia entre jóvenes de ambas comunidades. "Desde la tregua de 1994, el número de barreras ha crecido. Sin embargo, muchos grupos comunitarios, algunos con el apoyo del Fondo, están desarrollando trabajos valientes y en los últimos años ya se plantean cuándo, y no si, se derribarán las barreras", explicó Rooney.
El activista reconoce que la eliminación de los muros es responsabilidad del Departamento norirlandés de Justicia, pero el IFI piensa que su proyecto complementa los esfuerzos oficiales para "crear diálogo, generar confianza y desarrollar cohesión" entre las comunidades, que deben tener, recordó, la última palabra.
El ministro de Justicia, David Ford, quiere llevar a cabo un análisis exhaustivo de la situación en toda la región para identificar zonas en las que se pueden efectuar progresos, mientras las autoridades de Belfast ya comenzaron el pasado año un proceso similar que incluía unas 40 "líneas de paz" de la capital del Ulster. Como resultado de este trabajo, el pasado verano se pudo abrir el muro de tres metros de altura que separaba los columpios protestantes de los católicos en el Alexandra Park del norte de Belfast, situado en uno de los vecindarios más conflictivos.
barreras reforzadas Por contra, en otras zonas de estos condados, como la del distrito de Newtonwards Road, al este de la capital norirlandesa, estas barreras se han reforzado en los últimos años por la continua violencia sectaria.
Rooney confía en que el llamado Programa de Muros de Paz atraiga más inversores para el IFI, una organización internacional e independiente financiada con donaciones privadas y cuyo único objetivo es promover la reconciliación entre unionistas y republicanos irlandeses.