París. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, avanza en intención de voto y acorta distancias con el candidato socialista a las elecciones presidenciales de la próxima primavera, François Hollande, que se mantiene como favorito, según una encuesta publicada ayer por Le Journal du Dimanche. Si se celebrara ahora la primera vuelta entre estos dos candidatos, Hollande se colocaría en primera posición con un 28% de los votos, según el instituto demoscópico Ifop, mientras en un sondeo previo de diciembre el líder socialista recibía el 27,5 %.

Sarkozy seguiría en el segundo puesto con un 26% de los sufragios, frente al 24% que obtenía en diciembre pasado, indicó el periódico, que concluye que a cien días de la primera cita con las urnas "todos los escenarios parecen posibles", ante una campaña "imprevisible" sobre el fondo de la crisis económica.

La líder ultraderechista Marine Le Pen obtendría un 19% de apoyos, un punto porcentual menos que hace un mes, mientras que el centrista François Bayrou ganaría un punto hasta el 12%. El resto de los pretendientes quedarían muy por detrás: Jean-Luc Mélenchon, del Frente de Izquierdas (que incluye a los comunistas) un 6% (6,5% en diciembre); la ecologista Eva Joly, un 3% (dos puntos menos que hace un mes); el exprimer ministro neugaullista Dominique de Villepin, un 2,5% (un punto menos que en diciembre), o el centrista Hervé Morin un 1% (medio punto más).

De acuerdo con los datos de la encuesta de Ifop, François Hollande y Nicolas Sarkozy disputarían la segunda vuelta, que el líder socialista ganaría con un 54% de los votos (dos puntos porcentuales menos que en diciembre) frente al 46% para el actual presidente (dos puntos más). En declaraciones a Le Journal du Dimanche, Hollande restó importancia a la reducción de distancia con el mandatario francés que en abril buscará la reelección e, incluso, no descarta la hipótesis de que éste le adelante en futuros sondeos: "Cuantos más candidatos haya en la izquierda y menos en la derecha, más posible será".

Sin embargo, el candidato socialista a la presidencia de Francia observó que "el total de la derecha sin la extrema derecha es muy débil y el total de la izquierda es del 40%" y añadió que "la elección es todavía imprevisible, hace falta una campaña de clarificación, de distinción sobre el proyecto y el balance".

En el mismo periódico, el actual jefe del Estado manifestó: "Sobre la crisis, Hollande no propone nada. Si se le escucha, quiere renegociar el nuevo tratado europeo pero hace reír a todo el mundo en las capitales europeas". "Hollande ha optado por gestionar un patrimonio virtual, el de los sondeos. Yo, voy a lanzar ideas y asumir riesgos", subrayó el mandatario galo.

Los socialistas franceses están a la cabeza en la carrera electoral precisamente porque carrera en cabeza, quizá porque no han querido hablar de tocar el Estado de bienestar y apenas han presentado propuestas concretas. Lo mismo que Sarkozy, que antepone la acción a las promesas