El Cairo. El grupo de contacto para Siria de la Liga Árabe decidió ayer que su misión de observadores en el país de Bashar al Assad continúe sobre el terreno y solicitó apoyo político, financiero y logístico a sus países miembros. Según un comunicado difundido al término de una reunión en El Cairo, los miembros de esta comisión ministerial acordaron "dar el tiempo suficiente" a la misión para que complete su trabajo e incrementar su presupuesto y el número de observadores.
El jefe de la misión, el general sudanés Mohamed al Dabi, deberá presentar un informe a finales del primer mes de trabajo al secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, y este remitirlo al grupo de contacto. Asimismo, se decidió que Al Arabi se ponga en contacto con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aunque se mantuvo que "la solución a la crisis debe darse en el marco árabe", según subrayó el dirigente del organismo panárabe en una rueda de prensa tras la reunión.
Fuentes diplomáticas informaron con anterioridad de que durante el encuentro habían aflorado diferencias entre los miembros de la comisión ministerial, ya que algunos se mostraron partidarios de la participación de la ONU en la misión y otros rechazaron esta posibilidad. La reunión de ayer fue convocada para analizar el primer informe de la misión, que ha constatado que la violencia continúa y que las fuerzas militares siguen desplegadas en las ciudades, en incumplimiento del plan árabe para acabar con la crisis. Por ello, el grupo de contacto para Siria, encabezado por Catar, pidió al Gobierno sirio y a los distintos grupos armados que detengan de inmediato todo tipo de violencia y que no ataquen las protestas pacíficas.
También solicitó a la oposición siria que presente su visión política sobre la próxima etapa para comenzar su implicación en el proceso político. Por último, condenó los ataques registrados en Damasco, escenario en las últimas dos semanas de dos sangrientos atentados, y todo tipo de violencia dirigida contra los civiles.
Las violaciones de DD.HH. Según dijeron a Efe fuentes diplomáticas que tuvieron acceso al documento, el informe recoge que hay vehículos del Ejército en la mayoría de las ciudades visitadas por los observadores, quienes también aseguran haber visto cadáveres en las calles. La oposición y el Gobierno se acusan mutuamente de la autoría de estos asesinatos, según la delegación. Por ello, el documento aconseja que la misión árabe prosiga su trabajo y que sea apoyada por un número suficiente de observadores y por equipamiento tecnológico moderno para poder cumplir su labor con éxito.
Los observadores ratifican que las violaciones de derechos humanos continúan, al igual que los asesinatos y la presencia de "fenómenos armados". También aseguran haber visto imágenes de vehículos militares en las afueras de las ciudades e imágenes de manifestantes contra el régimen Al Assad abatidos por disparos. La misión árabe denuncia el "acoso" que ha sufrido, tanto por parte gubernamental como por la oposición, para convencerles de sus respectivas posiciones, y reclama una mayor libertad de movimientos. Además, constata que hay detenidos sobre los cuales se ignora su paradero o si siguen vivos, pese a que el Gobierno sirio ha comunicado la liberación de 3.484 arrestados.
Finalmente, la delegación se hace eco de las dificultades para informar de los medios de comunicación, sobre todo de los contrarios al régimen, y especifica que existe una prohibición oficial a las televisiones por satélite árabes Al Jazeera y Al Arabiya para entrar en el país "bajo ninguna condición".