BUENOS AIRES. Fernández de Kirchner regresó el lunes a Buenos Aires, tras haber pasado las fiestas de fin de año en la localidad turística de El Calafate (sur), para coordinar los últimos detalles de lo que será el traspaso de poderes al vicepresidente, Amado Boudou, quien estará al frente del gobierno desde el miércoles hasta el próximo 24 de enero.

Decenas de simpatizantes del 'kirchnerismo' han comenzado a acampar en los alrededores del Hospital Austral, uno de los centros de salud privados más modernos e importantes de Argentina, ubicado en la ciudad de Pilar, a unos 60 kilómetros de Buenos Aires. Ante esta situación, los directivos del hospital se han visto obligados a reforzar la seguridad en el edificio y han dado órdenes a los médicos de evitar contactos con la prensa, según señala el diario 'Clarín'.

Fernández de Kirchner, de 58 años, será intervenida por el equipo del doctor Pedro Saco, jefe del Departamento de Cirugía del Hospital Austral y jefe de los Servicios de Cabeza y Cuello del Instituto de Oncología Angel Roffo de la Universidad de Buenos Aires.

La mandataria permanecerá 72 horas ingresada en el Hospital Austral y después se trasladará a la residencia oficial donde guardará reposo hasta el próximo 24 de enero. Boudou, que asumirá el cargo provisionalmente a partir del miércoles, se instalará en un despacho en la sede principal del Banco Nación, frente la Casa Rosada, sede del Ejecutivo, y no podrá tomar decisiones relevantes sin consultar a la mandataria, explica 'Clarín'.

Fernández de Kirchner, que el pasado octubre ganó por segunda vez los comicios presidenciales, anunció hace una semana que le había sido diagnosticado un carcinoma localizado en la glándula tiroides. Según los estudios médicos, el tumor está "circunscrito" en el lóbulo derecho de la glándula tiroides y han constatado "la ausencia de compromiso de los ganglios linfáticos y la inexistencia de metástasis".