ROMA. Monti aceptó ayer con reservas, como exige la praxis, el encargo del Presidente de la República, Giorgio Napolitano, de formar Gobierno, después de que Silvio Berlusconi presentase su dimisión el pasado sábado tras la aprobación de los Presupuestos del Estado de 2012, como había prometido.

Napolitano encargó a Monti formar Gobierno después de una jornada dedicada a las consultas con las fuerzas políticas, que se mostraron dispuestas a dar su apoyo a un Ejecutivo presidido por el excomisario europeo, a excepción de la Liga Norte, ex socios de Berlusconi.

El que fuera durante diez años comisario europeo comenzará la ronda de consultas hacia las 10.30 hora local (09.30 GMT) y recibirá a los partidos políticos en el Palacio Giustiniani, una de las sedes del Senado, ya que Monti fue nombrado hace unos días senador vitalicio.

En primer lugar recibirá a los partidos con menor representación parlamentaria y mañana será el turno de las principales fuerzas políticas, el Partido Demócrata (PD) y el Pueblo de la Libertad (PDL).

También el martes, el presidente del Gobierno designado se reunirá con los sindicatos, en una de las citas más importantes que mantendrá estos días, ya que su apoyo es fundamental para la aprobación de algunas medidas económicas que la Unión Europea ha exigido a Italia para que reduzca su deuda y fomente el crecimiento.

Según los medios de comunicación, en la tarde del martes, Monti podría acudir al Quirinal, sede de la Presidencia de la República, para presentar a Napolitano su lista de ministros y recibir el encargo de presentarse ante el Parlamento para pedir la confianza.

A los partidos políticos y fuerzas sociales, Monti les presentará el que será su programa de Gobierno, con las medidas que quiere aprobar y cuál será su equipo, y también se podrá concretar el tiempo de duración de su mandato.

Los medios italianos publican hoy que Monti está estudiando la reintroucción del impuesto de bienes inmuebles (ICI, en sus siglas en italiano), que suprimió Berlusconi, así como una tasa sobre el patrimonio, para sanear las arcas del Estado.

Estas son dos de las medidas que el Pueblo de la Libertad (PDL) no estaría dispuesto a aceptar.

Tras recibir el encargo de formar Gobierno, Monti explicó, en sus primeras declaraciones a la prensa, que "Italia tiene que sanear su economía y emprender de nuevo el camino del crecimiento".

"Es algo que debemos a nuestros hijos, a quienes tenemos que dar un futuro concreto de dignidad y esperanza (...) Italia, en este momento de particular dificultad, tiene que ganar el desafío del rescate y volver a ser elemento de fuerza de una UE de la que hemos sido fundadores y de la que debemos ser protagonistas", añadió.