Pekín. La estremecedora secuencia de imágenes tomadas en un mercadillo de la ciudad china de Foshan ha dado ya la vuelta al mundo. En las mismas se ve a una niña que camina desorientada por una calle y que es atropellada por una furgoneta cuyo conductor, lejos de detenerse para atender a la pequeña, reanuda su marcha pasándole por encima una vez más con las ruedas traseras. El cuerpo de la niña, aún es atropellado por otro vehículo ante la indiferencia de conductores y peatones que pasan junto a su cuerpo, tendido sobre un charco de sangre. Solo después de siete minutos, una mujer se acerca a ella, la coge y la aparta del tráfico cuando otra furgoneta se acercaba peligrosamente. Chen Xianmei, una humilde señora de 58 años, fue la única en socorrer a Yueyue.

En recompensa por ese acto de buena samaritana, Xianmei ha recibido 20.000 yuanes (2.200 euros) del gobierno local, informaba ayer la agencia Xinhua. La mujer, cocinera y limpiadora en una tienda que en su tiempo libre recoge basura para ganarse un dinero extra, aseguró que dará parte de ese dinero a la familia de la niña, que se encuentra en coma profundo y se teme por su vida (aunque varios medios la dieron erróneamente por muerta).

Xianmei y la niña de dos años han protagonizado un caso que ha conmovido la opinión pública del país, ya que la niña fue atropellada por dos furgonetas y yació durante varios minutos ante la pasividad de 18 personas que pasaron a su lado. En declaraciones al canal local TVS, la mujer contó que cuando vio a la niña tendida en el suelo, en un charco de sangre, acudió a ayudarla sin pensar en posibles problemas que eso le pudiera acarrear. "Vi a la niña, pregunté a todos alrededor y nadie dijo que fuera su hija", relató a los periodistas locales.

Minusvalía de por vida Según los facultativos, Yueyue sufre graves lesiones en el cerebro, la pelvis y las piernas, e incluso de sobrevivir al accidente tendrá minusvalías físicas y mentales de por vida. El primer conductor, un joven de 24 años, llamó al padre para preguntar si podían resolver el asunto "privadamente", con el pago de una cantidad de dinero. Además, dijo que "si hubiera muerto bastaría con una indemnización de mil o dos mil euros, pero al estar hospitalizada los gastos médicos serán de diez mil euros", afirmó la televisión de Shanghai East TV. El suceso se ha convertido en tema de fuertes debates en las redes sociales, donde se preguntan por qué la gente actúa tan fríamente ante las desgracias ajenas. En China la mayoría de las personas tienen que pagarse los tratamientos médicos: por ello, existe la creencia de que si atiendes a un herido y lo llevas a un hospital, este te culpará del accidente.