bani walid. Cientos de milicianos celebraron ayer en el centro de Bani Walid, con canciones patrióticas, alabanzas a Dios y disparos al aire, la toma del penúltimo bastión gadafista, donde las tropas fieles al coronel Muamar Al Gadafi presentaron una desesperada resistencia durante casi dos meses.

Los duros combates entablados entre las fuerzas leales al Consejo Nacional de Transición (CNT) y las brigadas de Muamar al Gadafi en esta ciudad situada a 150 kilómetros al sureste de Trípoli, se llevaban sucediendo desde el pasado mes de agosto. "Esta victoria se debe a todos los rebeldes de Libia", dijo el oficial Hosni al Atrash, perteneciente a la Brigada para la Protección de la Capital.

Los rebeldes han asegurado haber detenido y matado a combatientes gadafistas, pero aún no han ofrecido cifras de las víctimas mortales, muchas de las cuales se amontonan en el hospital de la ciudad, donde se libraron violentos combates en los últimos días.

Tras la liberación, las fuerzas del CNT ya han comenzado una operación de registro por toda la ciudad en busca de posibles combatientes fieles a Gadafi, armas y munición. Asimismo, han pedido a los pocos habitantes que quedan en la ciudad, algunos de los cuales no esconden su apoyo a Gadafi, que colaboren con ellos.

Según los propios combatientes, el hijo de Gadafi, Saif al Islam, se encontraba en esta ciudad, pero logró huir junto a un grupo de hombres. Sin embargo, esta versión, al igual que los rumores que apuntan a que Muamar el Gadafi está en Sirte, no han sido confirmadas oficialmente.