NAIROBI/MADRID. El Ejército de Kenia ha traspasado la frontera somalí en más de 100 kilómetros en una ofensiva contra la milicia fundamentalista islámica Al Shabab, vinculada a Al Qaeda y de la que el Gobierno keniano sospecha que está detrás del secuestro de las dos cooperantes españolas de Médicos Sin Fronteras (MSF).

Aunque ningún medio precisa el momento exacto de la incursión, sí habían informado previamente del despliegue, entre el sábado y ayer, de tropas en la frontera con Somalia. "Se están dando instrucciones a los militares para que estén listos para esta misión, que consiste, básicamente, en alejar a los milicianos de Al Shabab lo más posible de la frontera" con Kenia, dijo a la emisora local Capital FM una fuente militar que prefirió mantenerse en el anonimato.

Vecinos de las localidades de Liboi y Dadachabulla, en la frontera con Somalia, confirmaron en declaraciones que llegaron este sábado a la región más de 20 camiones con militares y policías para reforzar la seguridad en los campamentos de refugiados. Dos aviones militares sobrevuelan la zona desde entonces.

El Gobierno keniata responde con esta ofensiva al incremento, en las últimas semanas, de la inseguridad en las zonas aledañas a esta porosa frontera. El secuestro de las cooperantes españolas de MSF, la gerundense Montserrat Serra y la madrileña Blanca Thiebaut, se atribuye a Al Shabab por su modus operandi, a lo que se suma, según explica el secretario de Estado de Seguridad Interna keniano, Francis Kimemia, que "Al Shabab nos ha declarado la guerra, así que hemos hecho lo mismo". Éste es el último de los cuatro secuestros acontecidos en suelo keniano en poco más de un mes. La milicia islamista, vinculada a Al Qaeda, intensificó el pasado mes de septiembre su campaña de secuestros de ciudadanos occidentales con el objeto de financiarse y contrarrestar así la caída de ingresos que ha supuesto su retirada de Mogadiscio.