El Cairo. La Junta Militar que gobierna Egipto desde la caída de Mubarak rechazó ayer la dimisión presentada por el viceprimer ministro y titular de Finanzas, Hazem Beblawi, en protesta por la sangrienta represión ordenada por el Ejército contra las últimas protestas de los cristianos coptos que se han saldado por el momento con 25 muertos. Fuentes del Partido Socialdemócrata Egipcio que lidera el propio Beblawi, informaron que la Junta Militar intenta convencerle para que rectifique su decisión, pero añadieron que, pese a estas presiones, el hasta ayer segundo hombre fuerte del nuevo régimen, no volverá al Ejecutivo pese a la "situación difícil" que implica el rechazo a su dimisión.

"Aunque el Gobierno probablemente no sea el responsable directo de los hechos, la responsabilidad recae, en última instancia, sobre sus espaldas", había declarado a la mañana Beblawi para justificar su marcha. El responsable de Finanzas, en declaraciones a la agencia local Mena, añadía más tarde que el rechazo a su decisión le tenía "confundido". "No retiré mi dimisión. El consejo la rechazó", confirmaba tras asegurar que desconoce si otros miembros del Ejecutivo se plantean también dejar a los militares.

fragilidad La confusa situación generada pone en evidencia una vez más la fragilidad del gabinete encabezado por Esam Sharaf. Y es que un día después de que la junta militar, tras el asesinato de 25 coptos el domingo, reafirmase su intención de no soltar las riendas del país hasta la celebración de elecciones presidenciales, el Ejecutivo provisional comenzó a resquebrajarse.

La renuncia del viceprimer ministro llegó de forma inesperada, aunque cada vez se alzan más voces que reclaman que le acompañen el propio Sharaf y el ministro de Información, Osama Heikal, por lo que se entiende como una parcial cobertura de los disturbios de parte de la televisión pública.

En rueda de prensa, el primer ministro negó rotundamente que el gabinete que dirige vaya a renunciar y consideró que los incidentes del pasado domingo son "uno de los más lamentables" ocurridos en el país, que se investigarán y que "no representan la naturaleza del pueblo egipcio".