jerusalén. Desde Jerusalén hasta Ramala apenas hay 15 minutos de viaje por carretera, pero los controles impuestos por los israelíes modifican cada día los planes de gran parte de la población palestina de Cisjordania. El check-point (punto de control) de Kalandia es un ejemplo claro de esta estrategia de bloqueo e incordio. Grandes bloques de cemento cortan la carretera y los vehículos no tienen más remedio que entrar en zig-zag. Militares y guardias de seguridad privados se apostan en las cabinas que vigilan el paso de los coches y autobuses. Son jóvenes pero se muestran arrogantes, enfundados en sus uniformes caquis o vestidos de calle, llevan chaleco antibalas negro y una 5 TAR-2 colgando sobre su pecho, un arma que parece sacada de uno de los capítulos de Star Trek. Acostumbran a subirse a los autobuses, piden pasaportes o permisos y registran las maletas a su antojo. Por lo general no son cuidadosos y les gustan las bromas fáciles. Permanecen tiesos mientras dura la agonía de la espera, y nunca despegan el dedo índice del gatillo.

Hay cerca de 500 check-point instalados en Cisjordania, aunque se desconoce la cifra exacta de controles. Algunos son fijos y otros móviles. Los israelíes los han utilizado durante décadas, pero a raíz de la construcción del muro se han mostrado mucho más efectivos. "Antes veías un control pero te lo saltabas caminando entre montes, pero ahora, con el muro, tienes que franquearlos, no hay escapatoria posible porque el propio muro te corta otras alternativas", apunta Jamal Jomá, que conoce los más importantes check-point de la región. "Trayectos cortos de media hora se prolongan durante horas. Además, nunca tienes la certeza de poder pasar, porque a veces los cierran sin avisar. "Enfermos que necesitaban una atención médica urgente, mujeres de parto… No les importa, les hacen esperar, y con eso lo que buscan es sacarnos de nuestras casillas, irritarnos", insiste el palestino. Los check-points son mucho más que un incordio, son un problema que agrava aún más la precaria situación económica de los Territorios Ocupados y ahonda las distancias entre dos pueblos abocados a entenderse.