NUEVA YORK. Desafiando a la lluvia y al amplio despliegue de las fuerzas de seguridad, los activistas recorrieron el barrio de los negocios de la ciudad de los rascacielos, pasando por las sedes de la Bolsa de Nueva York y de la Reserva Federal, en un ambiente festivo y en la que abundaron las caras pintadas y las máscaras de zombis.
"Necesitamos representación del mismo gobierno al que nosotros llevamos al poder. Queremos que nuestro poder sea de nuevo nuestro y no parte de un interés corporativo", indicó a Efe Matty Slick-Hex, un pinchadiscos de 23 años disfrazado de "zombi corporativo" con la cara pintada de blanco para simbolizar la muerte del capitalismo.
Slick-Hex explicó que su atuendo, repetido por otras decenas de particpantes, se debía a la voluntad de "ponerle un poco de sentido del humor, poner una sonrisa en las caras de la gente que lleva un tiempo aquí".
Los manifestantes, que se encuentran ya en su tercera semana de protestas, celebraron la marcha del lunes en un ambiente distinto al fin de semana, cuando la Policía detuvo a unos 700 activistas en su marcha sobre el Puente de Brooklyn, donde cortaron el tráfico al invadir los carriles reservados para vehículos.
En esta ocasión, los manifestantes respetaron la orden policial de no invadir la calzada y la marcha se desarrolló sin incidentes entre los vítores de algunos ciudadanos y la evidente desaprobación de algún ejecutivo de Wall Street que se cruzó con ellos.
Portando carteles con mensajes como "Después de la primera árabe, llega el otoño americano" y coreando eslóganes como "A los bancos los rescataron, a nosotros nos timaron", los activistas marcharon a ritmo de tambor por el distrito financiero de Nueva York, pero finalmente no llegaron hasta el Ayuntamiento como habían anunciado.
Los seguidores de "Occupy Wall Street" fueron vigilados en todo momento por decenas de agentes de la Policía de Nueva York, muchos de los cuales se dedicaban a grabar con cámaras de vídeo a los manifestantes, que acusan al cuerpo de haberos engañado para poder detener a algunos de sus miembros.
El movimiento cuenta con cada vez más adeptos y uno de los últimos grupos en sumarse fue hoy el poderoso sindicato de transportistas TWU, que presentó una demanda contra la Policía y a la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey por obligar a sus conductores a transportar a los detenidos en vehículos de transporte público.
Los más de 700 arrestos del sábado en el Puente de Brooklyn también provocaron la ira de varios simpatizantes de "Occupy Wall Street" contra el alcalde de la Gran Manzana, Michael Bloomberg.
"Fue un imbécil por criticarnos diciendo que nuestro objetivo eran ir a por los millonarios como él", explicó a Efe Joan Pleune, una jubilada de 72 años que respalda la movilización callejera contra la "avaricia" del sistema financiero.
Bloomberg declaró la semana pasada que "ya vería" si se les permitía a los manifestantes quedarse atrincherados durante meses en la plaza Liberty, pese a tener autorización del dueño del parque privado.
Las protestas también se repitieron hoy en otras ciudades de Estados Unidos como Los Ángeles, donde los activistas acamparon delante del salón de juntas municipal, o Chicago, donde se concentraron en la sede del Banco de la Reserva Federal.
Concentraciones similares están previstas para esta semana en numerosos puntos de la extensa geografía estadounidense, desde Baltimore (Maryland) hasta Hilo (Hawai).
El movimiento "Occupy Wall Street" lleva acampado desde el pasado 17 septiembre en el distrito financiero de Nueva York para clamar contra la crisis económico y los abusos del sector bancaria y buscar que "se escuche la voz del 99 % del país y no la del 1 % que sigue enriqueciéndose", según su página web.