Jerusalén. Las dos principales facciones palestinas, Al-Fatah y Hamas, se reunirán a primeros de octubre en El Cairo (Egipto) con el objetivo de desatascar el acuerdo de reconciliación que firmaron hace ya cuatro meses pero que sigue pendiente de una aplicación práctica.

Azam Al-Ahmad, miembro del Comité Central de Al-Fatah, explicó que el presidente palestino y líder de esa formación, Mahmud Abbas, ha dado instrucciones, directamente tras regresar de Nueva York el viernes pasado, de iniciar un diálogo con Hamas, movimiento islamista que controla Gaza, para sacar del estancamiento el acuerdo de unidad nacional rubricado en junio en la capital egipcia con el fin de poner fin a cuatro años de profunda división.

El presidente palestino reiteró entonces que ambos movimientos no formarán un Gobierno de unidad nacional con reparto de representantes, sino que acordarán los nombres de "un Gobierno de transición formado por tecnócratas independientes".

En este sentido, Al-Ahmad acusó ayer a Hamas de vulnerar un acuerdo que hubiera permitido a los habitantes de Gaza manifestarse en apoyo de la apuesta palestina por la ONU. El Gobierno en la franja del movimiento islamista dio luz verde sólo a pequeñas concentraciones de mujeres y niños, lejos de las grandes marchas organizadas por Al-Fatah en distintos puntos de Cisjordania.

Al-Ahmad matizó, no obstante, que este incumplimiento no afectará al proceso de reconciliación. Hamás, por su parte, recibió positivamente los llamamientos a reanudar las conversaciones de unidad entre ambas fuerzas.

avanza la propuesta en la onu El Consejo de Seguridad de la ONU comenzó ayer su reunión a puerta cerrada para realizar un primer análisis de la solicitud de adhesión que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, presentó a la institución el pasado viernes para ser el país miembro 194.

"El proceso ha empezado y esperamos que el Consejo de Seguridad muestre su responsabilidad", dijo a la prensa el representante palestino ante la ONU, Riyad Mansur, que señaló que "hay nueve miembros del Consejo que nos apoyan y 131 países ya nos han reconocido".

El Consejo, que en septiembre está presidido por el embajador libanés Nawaf Salam, comenzó así un primer análisis sobre esa demanda de adhesión, pero no está obligado a responder en un plazo determinado y el proceso de decisión podría demorarse meses.

Para que la petición sea aprobada, se requiere de una mayoría de nueve de sus quince miembros y que ninguno de los cinco con derecho de veto (EEUU, Reino Unido, Francia, China y Rusia) lo ejerzan.