riad. El rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, decidió ayer permitir la inclusión de mujeres en el Consejo de la Shura (consultivo) y que participen en las elecciones municipales de dentro de cuatro años, tanto en calidad de votantes como candidatas.

El monarca hizo el anuncio en un discurso dado ante el Consejo de la Shura, una especie de Parlamento, aunque sin poderes legislativos. "Todo el mundo sabe que la mujer musulmana en nuestra historia islámica ha tenido posiciones que no pueden ser marginadas, tanto como por su buena opinión como por su buena consulta, desde la era del profeta", afirmó Bin Abdelaziz, según la agencia de noticias estatal SPA. Las nuevas disposiciones del rey no afectarán a los comicios municipales del próximo jueves, en los que las mujeres no participarán, al igual que en los de 2005, los primeros celebrados en el país. En cuanto al Consejo de la Shura, designado directamente por el rey, las mujeres nunca han participado desde su creación en 1992.

De hecho, Arabia Saudí es el único estado del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, integrado además por Emiratos, Omán, Catar, Baréin y Kuwait, con un consejo consultivo en el que no se permite la participación femenina. En ausencia de un parlamento elegido por el pueblo, el Consejo Consultivo se encarga de dar recomendaciones y aconsejar en los asuntos internos del reino, pero no tienen ningún poder de censura o control del gobierno. Arabia Saudí está gobernada por una monarquía con poderes absolutos y en ella rige una estricta interpretación de la sharía o ley islámica, que impone la segregación de sexos en espacios públicos. Las mujeres no pueden conducir ni tampoco viajar fuera del país sin un varón de la familia, entre otras restricciones.

Sin embargo, en los últimos meses, y al calor de la primavera árabe, las mujeres saudíes han participación en varias protestas, la más importante el pasado 17 de junio cuando varias activistas desafiaron la prohibición de conducir y se atrevieron a manejar sus coches. El pasado 24 de agosto, la policía detuvo a la activista Mayla Hariri por desafiar esa prohibición en la ciudad de Yeda, en el oeste de Arabia Saudí.

Organizaciones internacionales como Amnistía Internacional han instado a las autoridades del reino a que dejen de tratar a las mujeres como ciudadanas de segunda clase y les concedan derechos, peticiones que parece que han tenido eco, ya que en cuatro años las saudíes ejercerán su derecho al voto, tal y como anunció ayer el rey Abdalá.