TRÍPOLI. Las fuerzas del Consejo Nacional de Transición anunciaron ayer que reanudarían su asalto sobre el bastión gadafista de Bani Walid para expulsar al millar de efectivos del régimen que todavía permanecen atrincherados allí, tras un primer asalto realizado el sábado a las afueras de la ciudad.

A pesar de que la OTAN había descartado en un principio recurrir a ataques aéreos sobre la ciudad, la Alianza Atlántica reconoció que sus aviones de combate destruyeron un lanzacohetes en Bani Walid, como parte de los 50 bombardeos efectivos realizados el sábado, junto con un tanque y dos vehículos armados.

Los gadafistas atrincherados en el oasis de Bani Walid, al sureste de Trípoli, plantaron una dura resistencia, que desató la lucha casa a casa, y los rebeldes lograron adentrarse hasta medio kilómetro del centro de uno de los últimos feudos del coronel Muamar al Gadafi.

Por otro lado, el jefe de la Organización para la Seguridad Externa, los temidos servicios secretos del régimen gadafista, Buzaid Dorda, fue capturado en Trípoli por un grupo insurgente, según informó un corresponsal de Reuters desde la capital libia. Dorda, ex primer ministro del régimen de Muamar Gadafi, fue retenido por milicianos de las autodenominadas Brigadas del Mártir Abdelati Ghaddour y entregado a las autoridades del Consejo Nacional de Transición, explicó uno de sus integrantes.