moscú. El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Alain Juppé, acusó ayer al Gobierno sirio de cometer "crímenes contra la humanidad" mediante la violenta represión que emplea para disolver las manifestaciones de aquellos ciudadanos contrarios al régimen de Bachar al Asad.

Así, Juppé señaló en una rueda de prensa con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, y los ministros de Defensa de Francia y Rusia, que "la respuesta desproporcionada de los dirigentes sirios" a las manifestaciones ha provocado "un derramamiento de sangre irreparable". "Creemos que hay que dejar claro a este país que es inaceptable que continúe con estas acciones", y por eso "espero que Rusia nos apoye en el Consejo de Seguridad aunque nuestras posturas no coincidan totalmente", añadió.

El ministro francés subrayó que "el régimen sirio ha cometido crímenes contra la Humanidad" y que "las sanciones contra Damasco están justificadas". Más de 2.200 personas han muerto durante la represión de las protestas antigubernamentales desde el pasado mes de marzo, cuando comenzaron. A finales de agosto, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Portugal hicieron circular el borrador de una resolución que pedía sanciones contra Asad, y contra familiares influyentes y socios cercanos, pero Rusia y China mostraron su oposición al mismo.

Miembros de las autoridades rusas han dicho en los últimos meses que no apoyarán ninguna resolución que sancione a Siria y han sugerido que Rusia podría usar su poder de veto en el Consejo de Seguridad para impedir su aprobación. Por eso, Juppé instó a Lavrov a cambiar su postura. Lavrov quien, por su parte, destacó que ni Rusia ni Francia desean que en Siria se repita el escenario de Libia. "El mejor imperativo para solucionar la situación en Siria es el comienzo del diálogo y las negociaciones, a lo que en realidad llaman las autoridades sirias", apuntó.