Un doble ataque suicida contra las fuerzas de seguridad golpeó ayer la ciudad paquistaní de Qüetta. Al menos 23 personas murieron y otras 75 personas resultaron heridas. En el primer atentado, un suicida que conducía un vehículo detonó la carga cerca de la principal comisaría de la ciudad. Diez minutos más tarde, un insurgente hizo estallar el explosivo que llevaba adherido a su cuerpo tras irrumpir en la residencia del subinspector de la guardia de fronteras en Qüetta, Faruq Shahzad.