Tokio. El mundo deberá cambiar otra vez el nombre del primer ministro de Japón en sus ficheros: tres días después de que el Partido Democrático (DPJ) forzara la renuncia de su líder, Naoto Kan, la agrupación enarboló en su cúpula a un nuevo representante: Yoshihiko Noda, flamante presidente del DPJ y nuevo jefe de Gobierno de facto. Noda, que previsiblemente será elegido hoy primer ministro nipón en una votación en el Parlamento, será el sexto jefe de gobierno en cinco años. Pero algunos analistas políticos ya dudan de que quien fuera ministro de Finanzas esté en condiciones de solucionar los problemas de la tercera mayor economía del mundo. Y es que los asuntos pendientes se han ido acumulando: aún debe solucionarse la situación en la central nuclear de Fukushima; la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto y el tsunami de marzo; la reducción de la descomunal montaña de deudas y la estabilización de los sistemas de seguridad social propios de una sociedad de rápido envejecimiento.

Y Noda aún no ha expuesto una visión clara de cuál es su propuesta para salir del estancamiento económico. Además, al igual que su antecesor, se verá ante cifras difíciles de manejar en el Parlamento, donde la oposición controla la Cámara alta y puede bloquear sus propuestas de ley. Noda, un hombre inteligente que si bien parece poco carismático tiene fama de llevarse bien con todos, apunta a lograr una gran coalición, o al menos a estrechar lazos con los demócratas liberales de la oposición.

Dicho partido, que gobernó el país los últimos 50 años de manera casi ininterrumpida, ha convertido a Japón en un Estado de deuda. Además, también fueron los liberales de ese mismo LDP los responsables de llevar adelante una política nuclear que descuidó durante décadas aspectos de seguridad como los que quedaron al descubierto con la crisis de Fukushima. Pero el LDP sigue creyendo en la energía atómica. Noda, por un lado, es partidario de reducir el consumo de energía nuclear, pero cuando su antecesor anunció que su país se bajaría del consumo de este tipo de energía, reaccionó diciendo: "Es la opinión de una persona".

Tras los pasos de Kan Los analistas políticos suponen que Noda seguirá en gran medida los pasos trazados por Kan. Por ejemplo, es un decisivo defensor del aumento impositivo como vía para reducir las enormes deudas del país, que actualmente duplican el producto interno bruto. El dinero también será necesario para afrontar el mayor proceso de reconstrucción que debe asumir Japón desde la Segunda Guerra Mundial. Pero la solución no es tan sencilla: si Noda apuesta todo por sanear las cuentas, la recuperación económica podría quedar estancada, advierten los economistas. Sin una pronta reconstrucción que deje atrás la catástrofe natural del 11 de marzo, Japón no podrá salir del estancamiento en el que se encuentra desde hace dos décadas, asegura Noda.

Así y todo, sigue sin estar del todo claro cómo se logrará. En la elección del nuevo líder del partido y primer ministro, el foco no estaba puesto en definir un nuevo curso político, sino en definir la contienda por el poder: el enfrentamiento era entre los seguidores y los críticos del peso pesado Ichiro Ozawa, que lidera la mayor agrupación dentro del partido gobernante y se considera que es la eminencia gris detrás de toda maniobra.

Ozawa, sobre el que pesan acusaciones por donaciones, respaldaba al rival de Noda, el ministro de Industria Banri Kaieda. Pero la victoria fue para su contrincante y exministro de Finanzas. Noda se propone unificar el partido, pero aún está por verse si puede superar la escisión. De la misma manera, la otra gran pregunta es si logrará generar una coalición con la oposición. Algunos dentro del LDP creen que, dada la falta de carisma de Noda, no será difícil recobrar el poder en las próximas elecciones de 2012 o 2013. Es decir: Noda podría ser un nombre más de corto plazo.