ginebra. Cada día mueren diez somalíes en el campamento de refugiados etíope de Kobe -que forma parte del complejo de Dollo Ado-, en el que viven alrededor de 25.000 personas. Los fallecimientos se deben fundamentalmente a una epidemia de sarampión que se ha extendido por la zona y que afecta a los niños. "El sarampión, la alta prevalencia de malnutrición aguda y las pobres prácticas de higiene son todos los componentes que contribuyen a tan alta mortalidad", explicó ayer en Ginebra el portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (Acnur), Adrian Edwards. Para combatir la epidemia, tanto Acnur como Unicef llevaron a cabo la pasada semana una intensa campaña de inmunización contra el sarampión entre los niños de entre 6 y 15 años, cuyos efectos se harán notar en un plazo de 10 o 14 días, por lo que la tasa de mortalidad también se espera que decaiga en ese periodo.

Edwards señaló, asimismo, que otros 18.000 refugiados somalíes han llegado en los últimos días a la zona de Gode, en Etiopía, por lo que Acnur ha desarrollado un equipo de emergencia con expertos médicos y en nutrición para atenderlos. El área de Gode está unos 250 kilómetros al norte de los campamentos de Dollo Ado y este equipo de emergencia se encargará de prestar asistencia básica y coordinar el transporte y reubicación de estos nuevos refugiados en Dollo Ado, cerca de la frontera con Somalia. Para atender las necesidades los 18.000 refugiados, Acnur fletará un avión desde sus oficinas de Dubai en los próximos días con suministros de primera necesidad, como alimentos en conserva, mantas, almohadas, utensilios de cocina y redes antimosquitos.