Londres. Cuatro personas han resultado muertas y más de mil han sido detenidas en el Reino Unido por la ola de violencia callejera que comenzó el sábado pasado en Londres, según datos que facilitó ayer Scotland Yard.

Si bien Londres vivió una madrugada de relativa calma tras tres jornadas de graves disturbios, en otras ciudades británicas se registraron altercados muy graves, entre ellas Manchester y Liverpool, al norte de Inglaterra, y Birmingham y Nottingham, en el centro.

En Birmingham, tres personas fallecieron al ser atropellados por un vehículo ayer por la madrugada mientras protegían su vecindario, en un incidente por el que un hombre, de 32 años, fue detenido, informó la Policía.

El padre de uno de los tres jóvenes atropellados relató ayer que hizo todo lo posible para socorrer a las víctimas e insistió en que lo único que hacían estos jóvenes era "proteger a la comunidad".

"Oí el golpe, corrí y vi a tres personas en el suelo", declaró Tariq Jahan, padre de una de las víctimas, Haroon, de 21 años. La Policía de West Midlands abrió una investigación para esclarecer la muerte de los tres jóvenes, todos ellos musulmanes de origen asiático.

Los vecinos explicaron que los tres hombres salieron de una mezquita y se incorporaron al dispositivo vecinal para impedir nuevos saqueos y ataques en la zona.

Jahan explicó que su primer "instinto" fue ayudar a los tres sin saber quienes eran. "Ayudé al primer hombre y alguien detrás de mí me dijo que estaba mi hijo", recordó antes de contar cómo intento reanimarle. "Mi cara y mis manos quedaron cubiertas de sangre".

Jahan dijo "no entender" por qué su hijo falleció, ya que tanto él como otros vecinos salieron a las calles para "defender a la comunidad de todos los problemas que están ocurriendo en el país". En este sentido, reiteró que los tres hombres "estaban intentando ayudar a su comunidad".

"Perder a un hijo, no puedo describir a nadie lo que se siente al perder a un hijo", dijo.

Condolencias El primer ministro británico, David Cameron, visitó ayer por la tarde el centro de mando policial de West Midlands, en Birmingham, desde donde defendió la actuación de las fuerzas de seguridad para hacer frente a los disturbios y dio su pésame a las familias de los tres jóvenes que murieron atropellados en lo que consideró como un "incidente terrible".

Cameron mostró sus "más profundas condolencias" a los familiares de los fallecidos.

"Es un incidente verdaderamente terrible y sé que la Policía de Birmingham, aquí en West Midlands, va a trabajar día y noche para llegar al fondo de lo ocurrido y llevar a los autores ante la Justicia", destacó Cameron.

Cameron hizo hincapié en que "confía" en las fuerzas de seguridades para "mantener seguro" el país y, en particular, tiendas y viviendas y dijo que el Gobierno dará "respaldo legal" a cualquier táctica que la Policía británica considere necesaria para "devolver el orden" a las ciudades afectadas por los disturbios. "Haremos todo lo posible", aseguró.

En este sentido, recordó que ya se ha autorizado el uso de pelotas de goma para disolver a los alborotadores y que podrían emplearse cañones de agua en un plazo de 24 horas.