Teherán. Ameneh Bahrami, una mujer iraní que quedó desfigurada y ciega cuando un hombre le arrojó ácido a la cara hace siete años, perdonó ayer al autor del ataque, minutos antes de que se le aplicara la sentencia por la que estaba condenado a quedar sin vista también con ácido.

La sentencia, conforme a la Ley de las Ghesas (Ley de Talión) recogida en la legislación islámica iraní, se iba a administrar ayer en el Hospital Forense de Teherán cuando, minutos antes, Ameneh perdonó al hombre, Mayid Mohavedi, de 29 años, según indicó la agencia de noticias Fars. Ahora, según está agencia, Movahedi tendrá que volver a la cárcel para cumplir una condena de prisión indeterminada.

"He luchado siete años para conseguir esta condena y hacer ver a las personas que lanzan ácido que deben ser castigadas con el ojo por ojo", señaló la mujer. Sin embargo, añadió que le había perdonado porque "nunca busqué la venganza, sino una compensación", que sería de 150.000 euros, para cubrir gastos médicos, y no los dos millones que había solicitado previamente.

El suceso se remonta a 2004, cuando Movahedi, un pretendiente despechado, arrojó ácido sulfúrico al rostro de su compañera de clase, Ameneh. En 2008, un tribunal condenó al agresor a recibir diez gotas de la misma sustancia en cada ojo, en aplicación de la Ley de las Ghesas, que permite a la víctima obtener venganza o perdonar al agresor. Ameneh, de 32 años, vivió en 2009 en Barcelona, donde fue sometida a diferentes intervenciones quirúrgicas en los ojos y el rostro, pero los doctores no pudieron salvarle la visión de uno de los ojos.