OSLO. Breivik, quien según informó ayer la fiscalía no será juzgado hasta el próximo año, será interrogado acerca de los nuevos datos aportados por las investigaciones en curso, informaron fuentes policiales.
La instrucción de su proceso se prevé compleja y el objetivo de la fiscalía es que responda por cada una de sus víctimas, los ocho fallecidos en el atentado con coche bomba del complejo gubernamental más los 68 del campamento de las juventudes laboristas de Noruega (AUF) en esa isla vecina, a 40 kilómetros de la capital.
Breivik, ultraderechista próximo a fundamentalistas cristianos e islamófobo, se entregó a la policía sin oponer resistencia tras ser cercado por miembros del cuerpo especial llegado a la isla.
Inicialmente, según medios noruegos, los agentes del cuerpo especial tenían orden de disparar sobre él, pero tras comprobar que no tenía explosivos adheridos al cuerpo se decidió detenerlo.
La policía había identificado al autor del atentado ya al empezar el tiroteo en la isla a través de unas imágenes captadas por las cámaras de vigilancia del barrio gubernamental, informa el diario "Aftenposten".
Breivik aparcó una camioneta alquilada con 500 kilos de explosivo en el complejo gubernamental, tras lo cual se dirigió con un auto asimismo alquilado a la isla, a 40 kilómetros de distancia.
La policía publicó hoy las identidades de otras 24 víctimas mortales del doble atentado del pasado viernes, con lo que ya son 41 los fallecidos oficialmente confirmados.
La mayoría de las víctimas hasta ahora identificadas por los forenses y las familias tenían entre 14 y 19 años, según la lista difundida por la policía, aunque también hay personas de hasta 61 años.
Hasta ahora, las víctimas más jóvenes son tres muchachos de 14 años, tiroteados en el ataque al campamento de la isla de Utøya.
La policía noruega se propone difundir los nombres, edad y lugar de residencia de la totalidad de las víctimas, de acuerdo con el proceder habitual noruego, en cuanto hayan sido formalmente identificadas y se haya informado asimismo a sus familias.
Hoy se realizará el primer entierro de una de las víctimas, la joven Bano Rashid, de 18 años y origen kurdo, quien asistía al campamento de la AUF, en la que militaba.
El entierro tendrá lugar al sur de Oslo, con asistencia del ministro de Exteriores, Jonas Gahr Støre, y, por deseo de la familia, se realizará una ceremonia que combine los ritos cristiano e islámico.
La población de Oslo recordará asimismo a las víctimas de la tragedia junto a la catedral de la capital, exactamente a la hora en que estalló la bomba, las 13.26 GMT.
Las inmediaciones del templo están rodeadas de un mar de flores deposiadas por los ciudadanos y visitantes, con emotivos mensajes a las víctimas y velas prendidas.
Junto a las flores y mensajes depositadas en la catedral, el resto de la ciudad está salpicado asimismo por otros lugares de recordatorios parecidos, sean iglesias, monumentos, edificios públicos, parques o escaliatas de museos.