BRUSELAS. El exgeneral serbio Goran Hadzic rechazó hoy ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) declararse culpable o inocente de los 14 cargos por los que le juzga, que incluyen crímenes de guerra y contra la humanidad.

"El señor Hadzic no va a declararse hoy culpable o no culpable", dijo en la primera comparecencia ante esa corte con sede en La Haya (Holanda) el abogado del exgeneral, el letrado serbio Vladimir Petrovic.

Hadzic, el último de los 161 acusados por el TPIY que seguía en libertad, fue extraditado desde Serbia a Holanda el pasado 22 de julio, y desde entonces ha permanecido en las dependencias del tribunal.

El presidente interino del TPIY, el juez surcoreano O-Gon Kwon, presidió esta primera sesión e hizo que le leyesen sus derechos al acusado.

También se interesó por si Hadzic había recibido el acta de acusación en una lengua que pudiera entender, algo que su letrado confirmó.

El abogado alegó, además, que no era necesario leer durante la sesión esa acta, que había tenido la oportunidad de repasar esta mañana con su cliente.

O-Gon recordó que, según las normas del Tribunal, el acusado podía declararse culpable o inocente hoy o solicitar una demora de 30 días para su pronunciamiento.

La defensa de Hadzic se acogió finalmente a ese derecho, por lo que el magistrado indicó que se celebrará "otra comparecencia inicial" dentro de 30 días.

El abogado de Hadzic solicitó plantear al presidente del TPIY una pregunta a solas, por lo que las cámaras y los micrófonos permanecieron apagados unos minutos antes de levantar la breve sesión definitivamente.

CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD

El antiguo líder de los serbios de Croacia fue arrestado la semana pasada en las proximidades del pueblo de Krusedol, a unos 80 kilómetros de Belgrado.

Entre las acusaciones por crímenes contra la humanidad que se le imputan figuran las de exterminio, asesinato, tortura y deportación de miles de civiles croatas con el fin de crear una zona de dominación serbia.

Tras el arresto el pasado mayo en Serbia del excomandante militar serbobosnio Ratko Mladic, la detención y extradición de Hadzic se consideraban uno de los últimos escollos para que Serbia accediera al estatus de candidato a la adhesión de la Unión Europea.