NICOSIA. El ministro de Defensa chipriota, Costas Papacostas, y el jefe del Ejército del país, Petros Tsalikidis, presentaron su renuncia tras la explosión registrada este lunes en un depósito de municiones, en una base militar que se ha cobrado hasta ahora doce víctimas mortales, según anunció el portavoz del Gobierno, Stefanos Stefanou. El portavoz ha señalado que el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor del Ejército presentó su dimisión y que el presidente, Demetris Christofias, la ha aceptado. "La explosión se ha producido en material incautado en 2009 por la república (chipriota) a un buque iraní que se dirigía a Siria. Hay doce muertos y 62 heridos", explicó Stefanou. Por el momento se desconoce la identidad de los fallecidos, aunque Stefanou confirmó que todas las víctimas eran chipriotas.
Entre los muertos había seis bomberos, y el número de heridos superó los 40, señala el diario local Filelefteros en su edición digital. Fuentes de la policía chipriota explicaron que en la base naval había en el momento de la explosión unos 180 militares. El portavoz no ha querido en cambio comentar las noticias difundidas sobre que los explosivos que han detonado, proceden de un cargamento incautado a un barco iraní que se dirigía a Siria. En concreto, el fuego habría alcanzado dos de los 98 contenedores de explosivos almacenados en el arsenal, explicó un portavoz policial a la agencia de noticias chipriota CNA. El incidente se produjo en la base naval Evangelos Florakis, cerca de la localidad de Zygi, y como causa probable del incidente se ha apuntado a un incendio forestal en una zona de bosque bajo que habría alcanzado el arsenal. La explosión se registró a las 6.00 horas (5.00 hora peninsular española). La enorme explosión ha provocado cortes de electricidad que afectaron a la isla a primeras horas, debido a la proximidad de la central eléctrica, que ha quedado fuera de servicio. La carretera entre la ciudad de Nicosia y Limasol, a una distancia de 500 metros de la base, presenta imágenes de coches afectados por la explosión, con las ventanillas rotas y con daños por la colisión con otros vehículos. Un testigo ocular que en el momento de la explosión estaba pescando a pocos metros de la zona, declaró a la televisión local que lo sucedido "parecía un fuerte terremoto". La explosión también ha causado graves daños en propiedades cercanas a la base naval, con unas 150 personas evacuadas. El presidente de Chipre, Dimitris Christofias, consternado por lo sucedido, lo calificó como "desastre bíblico" y como "un día negro" para la historia del país.