Madrid. Los ministros del Interior del G-6 y EEUU reunidos ayer en el Palacio del Pardo de Madrid mostraron su preocupación ante el peligro de que Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), asentada en zonas remotas de Mali o Níger, esté recibiendo armas desde Libia, aprovechando la crisis en el país norteafricano. Así lo alertó el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras la reunión del G-6 que congregó en la capital española a los responsables de seguridad de Francia, Reino Unido, Alemania, Polonia, Italia, España y Estados Unidos.
"Hay un problema con los Toareg que están volviendo de Libia y con el tráfico de armas que está pasando de Libia a Mali", dijo Rubalcaba, que aseguró que ese armamento cuenta con cierta "sofisticación", lo que incrementa su "peligrosidad".
La mejora de la seguridad en la región del Sahel fue uno de los puntos centrales de los ministros del Interior del G-6 a la que asistió también la secretaria de Seguridad Nacional de EEUU, Janet Napolitano. Y es que esta región se ha convertido en los últimos años en una base de entrenmiento para la franquicia de Al Qaeda en el norte de África y también sirve de ruta de paso para la cocaína americana que entra en Europa, el tráfico de armas y de personas. Rubalcaba advirtió de que AQMI está "activa" y no puede descartarse que intente atentar fuera de su "espacio natural".
"Es difícil saber lo que puede haber, pero sí es fácil pensar lo que puede pasar si no hacemos nada", dijo Rubalcaba que reconoció que su preocupación sobre AQMI ha crecido recientemente ante las consecuencias que pueda tener la crisis libia.
Acuerdo Para combatir esta amenaza creciente, los ministros del Interior del G-6 acordaron ayer la creación de una estructura de coordinación policial en los países de la región del Sahel y coordinar esfuerzos con la Unión Africana.
La lucha contra el crimen organizado fue el eje central de las reuniones de trabajo que mantuvieron ayer a la tarde las delegaciones, centradas en la persecución del blanqueo de dinero y en la detección de los activos financieros en los que se invierte el dinero negro procedente de estos negocios ilícitos.