La explosión consecutiva de dos coches bomba cerca de la casa de un gobernador iraquí causó ayer 25 muertos y 34 heridos, en el atentado más sangriento en la provincia de Qadesiya, de mayoría chií. El gobernador Salem Husein Elwan salió ileso de la explosión, pero entre las víctimas se encuentran varios de sus vecinos y policías. La doble explosión causó importantes destrozos en la vivienda del gobernador, en el centro de Diwaniya, capital de Qadesiya, a 180 kilómetros al sur de Bagdad.
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