londres. El Reino Unido y Francia presentaron ayer ante el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución de condena contra el Gobierno de Siria por su violenta represión de las manifestaciones organizadas por los grupos de oposición. Así lo afirmó ayer en el Parlamento británico el primer ministro, David Cameron, que confirmó los esfuerzos de los Gobiernos de Londres y París para incrementar la presión contra el régimen de Bachar al Asad e instar a la ONU a una condena de sus acciones.

La confirmación del primer ministro se produjo un día después de que el ministro británico de Exteriores, William Hague, declarara que Al Asad tiene que "emprender reformas o apartarse" si quiere seguir siendo un actor político en el futuro de su país.

En una intervención parlamentaria, Hague anunció que la Unión Europea estudia sanciones adicionales contra el régimen de Damasco "si la violencia continúa" y defendió la necesidad de que la comunidad internacional plantee un ultimátum a su presidente.

Londres dio a conocer el martes el borrador del texto que se presentará ante el Consejo de Seguridad de la ONU, en el que "se condena la represión en Siria y se insta al Gobierno de Siria a asumir las demandas legítimas de su pueblo, liberar a todos los presos de conciencia y levantar la restricciones a la prensa". Hague admitió que será difícil aprobar una condena a Siria porque eventualmente Rusia ejercerá su derecho de veto.

Por su parte, el bloque de países occidentales, liderados por EE.UU. y varios estados europeos, presentó ayer a la Junta de Gobernadores del OIEA en Viena un proyecto de resolución para denunciar a Siria ante el Consejo de Seguridad de la ONU por supuestas actividades nucleares no declaradas.