Madrid. Entre 200 y 270 inmigrantes han desaparecido durante las operaciones de rescate de un barco que había quedado averiado frente a las costas de Túnez tras partir de Libia por parte de la Marina del país norteafricano. Se estima que a bordo de la embarcación había unas 800 personas.
Los emigrantes clandestinos, en su mayoría subsaharianos, huían del conflicto libio con la intención de llegar a Italia cuando el barco en que viajaban sufrió una avería y quedó varado a 20 millas de las islas Kerkenah, cerca de las costas de Sfax, la segunda ciudad en importancia de Túnez.
La Guardia Marítima y el Ejército tunecinos consiguieron rescatar a 570 personas que iban a bordo del barco, pero las autoridades locales estiman que entre 200 y 270 inmigrantes a bordo. El gran número de desaparecidos se debe a que en el momento del rescate se produjo una avalancha hacia el borde de la embarcación, que volcó con el peso. Además, algunas de las personas a bordo se lanzaron al agua para intentar llegar a las zodiacs que habían llegado en su rescate.
A esto hay que sumar las malas condiciones meteorológicas en la zona y la falta de medios movilizados para el rescate frente al gran número de personas a bordo, añade la agencia oficial.
Un primer grupo de 193 supervivientes fue transportado ayer al puerto de Sfax y evacuado posteriormente al campo de refugiados de Chucha, junto al puesto fronterizo con Libia de Ras el Jedir, mientras que se prevé hacer lo mismo con otras 385 personas que han podido ser rescatadas.
Entre los pasajeros del barco había varias mujeres y niños, según indicó el médico tunecino Monji Slim, que colabora en las tareas de rescate.
El pesquero alertó de su avería la noche del martes a la Guardia Marítima tunecina, que, con la ayuda de efectivos militares, consiguió suministrar algunos alimentos y mantas a los pasajeros.
Las labores de salvamento del naufragio se complicaron debido a las malas condiciones meteorológicas y a que el barco quedó varado en aguas poco profundas lo que impidió a buques de envergadura acercarse al mismo para socorrer a las víctimas.
Además de las neumáticas del Ejército tunecino y de la Guardia Marítima, numerosas embarcaciones de pescadores de la zona de Kraten y las islas Kerkenah se han movilizado también para poder ayudar en las labores de rescate de los pasajeros.