Taiz. La oposición yemení dio ayer por terminada la mediación de los países del Golfo Pérsico para buscar una transferencia pacífica del poder, dijeron fuentes de la oposición, con lo que la posibilidad de que un escenario de guerra civil abierta se instale en el país toma cada vez más fuerza. La decisión de terminar la mediación fue comunicada por un representante de la alianza opositora Encuentro Compartido, Mohamed Salem Basendua, en un documento entregado a la embajada de los Emiratos Árabes Unidos en la capital yemení.
La mediación la estaba llevando a cabo el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que llegó a redactar un plan para que el presidente Alí Abdalá Saleh transfiriera el poder al vicepresidente y se convocaran después elecciones parlamentarias y presidenciales. Representantes de la oposición y del gobernante Partido del Congreso General del Pueblo llegaron a firmar esa propuesta, pero a última hora se echó para atrás el presidente Saleh, que en tres ocasiones distintas se había comprometido a firmar el documento.
utilizados El dirigente de la oposición que presentó ayer un documento ante la sede diplomática emiratí, fue precisamente uno de los cinco representantes del Encuentro Compartido que firmó el plan forjado por los mediadores del CCG. La última vez que Saleh se echó para atrás en la suscripción del documento fue el 22 de mayo, y en la misma noche el CCG dijo que, en vista de esa decisión, dejaba en suspenso esa mediación, aunque poco después dejó abierta la posibilidad a seguir en sus gestiones.
Las fuentes de la oposición consultadas por las agencias dijeron que en el documento entregado por Encuentro Compartido en la embajada emiratí sostiene que el presidente Saleh "se vio beneficiado por la suspensión de las gestiones del CCG para seguir practicando más violencia y más derramamiento de sangre". Por esa razón, según las fuentes, la oposición ha dejado de colaborar con ese plan de mediación de los países del Golfo Pérsico.
La iniciativa del CCG fue anunciada el pasado 21 de abril y buscaba poner fin a la crisis política que estalló a finales de enero en Yemen, el país más pobre del mundo árabe y que también se contagió de las revueltas que afectan a la región. De acuerdo con el plan del CCG, una vez que este fuera firmado por todas las partes, el poder sería transferido al vicepresidente Abdi Rabo Mansu Hadi, en el plazo de un mes, y dos meses después habría elecciones parlamentarias y presidenciales.
enfrentamientos Mientras la ruptura de la mediación se escenificaba, los combates y los enfrentamientos entre la Policía y activistas de la oposición continuaron ayer en distintas ciudades de Yemen, incluida la capital, Saná. En Saná y en Taiz, el principal centro industrial y la segunda ciudad en importancia del país, activistas y fuerzas de la oposición mantienen los choques con la Policía y el Ejército, que está recurriendo a fuego de artillería para aplastar la rebelión.
También en la ciudad sureña de Zinyibar, donde el régimen del presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, se enfrenta a un grupo de radicales islámicos, supuestos militantes de Al Qaeda, que mantienen ocupada esa localidad, capital de la provincia de Abyan, los combates se recrudecieron. Al menos doce personas murieron y decenas resultaron heridos en estos enfrentamientos.