LA HAYA. En una rueda de prensa, Ocampo ha asegurado contar con pruebas que muestran que Gadafi ordenó "personalmente" ataques contra civiles y sigue haciéndolo en estos momentos.
Según el fiscal, las fuerzas del régimen "atacaron a gente en sus casas y las vías públicas, dispararon a manifestantes con fuego real, usaron armamento pesado contra participantes en funerales y situaron francotiradores para matar a los supervivientes".
Ocampo ha explicado que Gadafi trata con ello de "preservar su autoridad absoluta", un poder que está utilizando para ordenar acciones que, para la Fiscalía, suponen "crímenes contra la humanidad".
Las investigaciones del fiscal y su equipo han concluido que el coronel confía en su "círculo más íntimo" y por ello Ocampo ha solicitado hoy a los jueces de la CPI la emisión de órdenes de arresto contra su hijo y su cuñado.
Saif al Islam -considerado antes del estallido del conflicto como el sucesor de Gadafi- es, según Ocampo, el "primer ministro de facto" en Libia.
Mientras, Abdulá al Senusi -casado con una hermana del líder- es la "mano derecha" del dictador y el "ejecutor" de sus órdenes desde su puesto como jefe de la inteligencia.
Anteriormente, Senusi fue condenado en rebeldía a perpetuidad por su implicación en el derribo de un avión de Pan Am sobre la localidad escocesa de Lockerbie.
Ahora, corresponde a los jueces del Tribunal emitir las órdenes de arresto, denegarlas o solicitar más información a la Fiscalía.
La de Libia es la segunda investigación abierta por la CPI a instancias del Consejo de Seguridad de la ONU, que en 2005 solicitó al tribunal analizar presuntos crímenes de guerra en la región sudanesa de Darfur.