LA muerte de Osama Bin Laden en una operación militar de EEUU en Pakistán ha supuesto para Hollywood una oportunidad para dar vida a un género de filmes patrióticos sobre el que ya especulaba ayer la prensa californiana.
La inesperada muerte del líder terrorista, considerado el cerebro de los atentados del 11-S, en el año en el que se cumple el décimo aniversario de aquel fatídico día, es un terreno abonado para películas dispuestas a vengar en la pantalla la vida de los miles de muertos en los ataques perpetrados por Al Qaeda en Estados Unidos.
Aunque es pronto para conocer cómo los grandes estudios tratarán este acontecimiento, proyectos que ya estaban en marcha como Kill Bin Laden de la directora Kathryn Bigelow y el guionista Mark Boal han ganado en interés repentinamente.
Bigelow y Boal, directora y guionista respectivamente de la oscarizada en 2009 The Hurt Locker (En tierra hostil), una película sobre un equipo de desactivadores de bombas en Irak, tenían la intención de contar en su nueva película una misión fallida del Ejército de EEUU para acabar con el terrorista más buscado que se saldó sin éxito.
Esta historia ahora podría sufrir un nuevo giro argumental para incluir los sucesos confirmados la noche del domingo por el presidente Barack Obama en una alocución televisada en directo a todo el país.
La página web Deadline Hollywood apuntó que Kill Bin Laden no trataba específicamente sobre el jefe de Al Qaeda, pero poco ha trascendido sobre el guión y el reparto que aún estaba pendiente de cerrarse y para el que sonaban nombres como Joel Edgerton (Star Wars: Episodio II. El ataque de los clones, 2002).
Al parecer, Boal, que tiene contactos dentro del servicio de inteligencia militar estadounidense, basó su proyecto en los Delta Force, el mismo equipo que aparece en la también oscarizada Black Hawk derribado (2001), del inglés Ridley Scott. Se espera que el guionista vuelva a redactar la trama para incluir detalles como el tiroteo de 40 minutos que acabó con la vida del líder de Al Qaeda.
Boal ha planeado un viaje para buscar localizaciones en Afganistán, a pesar de que el proyecto se iba a cancelar debido al acontecimiento del domingo. Pero, por el momento, los productores se plantean ver cómo es la reacción global.
Kill Bin Laden tiene entre sus apoyos financieros a Megan Ellison, hija del consejero delegado de Oracle, Larry Ellison.
En 2006, Paramount se hizo con los derechos para adaptar al cine la novela Jawbreaker, en la que se contaba una operación de fuerzas especiales para capturar a Bin Laden en las montañas afganas en el arranque de la guerra (2001).
El proyecto fue finalmente descartado después de que la película World Trade Center (2006) de Oliver Stone recaudara 70 millones de dólares en EEUU, una cantidad que se quedó corta para las previsiones del estudio, según Deadline.
The Hollywood Reporter avanzó que durante las próximas semanas se observará "probablemente una tonelada de nuevos proyectos sobre Bin Laden, especialmente a medida que se conozcan los detalles sobre la misión estadonidense para matarle".
Desde los atentados de 2001 ha existido una evolución sobre cómo Hollywood ha tratado el terrorismo islamista. Los estudios pasaron de la recreación del drama humano de los ataques a una proliferación de "thrillers" militares ambientados en la llamada "guerra contra el terror".
Hollywood podría cerrar ahora el círculo poniendo un final victorioso y patriótico a unas historias que arrancaron con el 11-S y que el propio Obama quiso zanjar el lunes con un discurso propio de una película en el que proclamó que se había hecho justicia.
En vista de las celebraciones en Washington y en Nueva York tras conocerse la noticia todo hace presagiar que la taquilla respondería con los brazos abiertos a un filme que dé buena cuenta del hasta escurridizo líder de Al Qaeda.