LONDRES. A su salida del Rolls-Royce en el que se desplazó desde el hotel en el que ha pernoctado sus dos últimas noches de soltera, la novia mostró en su totalidad el diseño que ha elegido del fallecido diseñador británico, una de las principales apuestas de los últimos días por los expertos.Se trata de un traje de satén marfil y blanco, con cuerpo de manga larga de encaje, escote en forma de corazón y cola. Además, la joven lleva un velo, que completa con una tiara que data de 1936, prestada especialmente por la Reina Isabel II para este día.

Acompañada de su padre, Michael, una vez en el templo ha sido recibida por el deán de Westminster, John Hall, el responsable de conducir el servicio religioso. Su camino al altar ha estado acompañado musicalmente por la pieza que Harry Parry preparó para la coronación de Eduardo VII en 1902.Con estricta puntualidad, ya que su salida estaba prevista para las 10.51 horas (hora local, una más en horario peninsular español), la novia fue saludada por los centenares de curiosos que se acercaron hasta el complejo situado en el barrio de Belgravia, para ver a la futura Princesa en sus últimos minutos de soltera.

Hoy mismo el Palacio de Buckingham ha anunciado que la Reina Isabel II ha decidido otorgar hasta tres títulos nobiliarios a su nieto Guillermo con motivo de su matrimonio. el más importante de los cuales será el de Duque de Cambridge, lo que convertirá oficialmente a Kate Middleton en duquesa.En cualquier caso, al igual que popularmente se conoce al novio como príncipe Guillermo, se espera que su a partir de hoy esposa reciba la misma consideración, aunque no tenga, de momento, carácter oficial.

Además, según se había confirmado en el programa oficial, la apuesta para sus votos repetirá la fórmula por la que se había decantado Diana de Gales en 1981, por lo que Kate Middleton no incluirá la promesa de "obediencia" a su futuro esposo en el oficio matrimonial, que dirigirá el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams.Así, aunque Kate Middleton procede de una acomodada familia que ha cimentado su fortuna con la venta de artículos para fiestas, carece de vínculos con la realeza.

De hecho, sus antepasados trabajaron como mineros en las explotaciones del carbón. Sin embargo, cuando al cruzar esta jornada el pasillo central de la abadía de Westminster del brazo de su padre pasará a formar parte de uno de los linajes más antiguos de las monarquías europeas.