Estambul. El veto a varios candidatos por parte de la comisión electoral de Turquía ha puesto en peligro las elecciones generales del próximo 12 de junio, ya que la principal formación kurda, el Partido de la Paz y la Democracia (BDP), amenaza con boicotear la cita electoral. La Comisión Electoral Suprema (YSK) anunció la tarde del lunes su veto a 12 candidatos independientes, siete de ellos apoyados por el BDP (el cuarto partido con más votos de Turquía), y a las listas del izquierdista Partido de la Libertad y la Solidaridad (ÖDP).

La mayoría de medios de comunicación turcos reaccionaron con estupor e indignación a la decisión de la YSK, mientras que la respuesta en las calles no se hizo esperar. Una manifestación en el centro de Estambul contra el veto a los candidatos kurdos culminó ayer en graves disturbios. Desde el mediodía comenzaron a congregarse en la céntrica plaza de Taksim cientos de simpatizantes del BDP y del ÖDP.

El número de manifestantes aumentó hasta alcanzar las 15.000 personas y, entonces, los organizadores decidieron marchar por la avenida Tarlabasi hasta el nudo de carreteras de Aksaray, por lo que varias avenidas del centro de la ciudad resultaron cortadas al tráfico. Al paso de la manifestación, simpatizantes kurdos enfadados por la decisión de la YSK, especialmente los más jóvenes, lanzaron piedras y bombas incendiarias a una oficina de correos, un canal televisivo y la sede del ultraderechista MHP. A la llegada a Aksaray, la Policía reprimió duramente la manifestación y lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes. Decenas de miles de kurdos protestaron también en las principales ciudades de las zonas kurdas, entre ellas Diyarbakir, que terminaron también en disturbios.

"Elecciones antidemocráticas" La YSK ha justificado su decisión en el hecho de que los candidatos vetados estuvieron en el pasado condenados por diversas razones. Pero lo cierto es que tanto a estas elecciones como a otras pasadas han concurrido políticos que habían pasado anteriormente por la cárcel, incluido el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan. Al respecto, el presidente de la comisión electoral, Ali Em, señaló ayer que su organismo no dará ninguna explicación adicional, ya que la decisión está "clara".

Por segunda vez en su historia, el movimiento nacionalista kurdo decidió concurrir a los comicios con candidatos independientes, puesto que la barrera electoral del 10% que debe superar un partido a nivel nacional para entrar en el Parlamento está por encima de su techo de intención de voto, en torno al 6-7%. El recurso a los independientes permitió que, tras los comicios de 2007, los kurdos pudiesen formar su grupo parlamentario con 21 diputados, un hito que este año se preveía superar con entre 28 y 35 escaños.

Para Selahattin Demirtas, copresidente del BDP, unas elecciones sin los candidatos vetados serían "antidemocráticas". "La renqueante democracia turca ha recibido un duro golpe. El Parlamento debe reunirse de urgencia y posponer las elecciones 15 ó 30 días para que podamos designar a nuevos candidatos. Ésta es una operación horrible. Bajo estas condiciones estamos reconsiderando nuestra participación en las elecciones", explicó Demirtas.

El gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), de Erdogan, es considerado el principal beneficiario de este veto, pues es el único que compite con el BDP en las zonas kurdas. Pero también entre los sectores progubernamentales hay importantes críticas a la decisión de la YSK, como la del presidente del Parlamento, Mehmet Ali Sahin. "Esta decisión puede tener su justificación legal, pero ha dañado la conciencia democrática de la gente. Esta decisión ha debilitado esa misión del Parlamento. Espero que la YSK corrija su decisión", afirmó.