ajdabiya. "La OTAN no menciona a Ajdabiya como zona civil, por eso estoy aquí". Mohammed Ismael Al Tahory es un hombre de 54 años que aparenta 70 y que se ha convertido en la gran celebridad del acceso oeste de la localidad. Ahí está instalado el último checkpoint antes de que comience la zona de hostilidades. Y ahí se ha plantado Al Tahory, que no se mueve de la pequeña alfombra que ha colocado junto a una antigua garita destrozada por la metralla ni cuando el avance de las tropas de Gadafi lo coloca en medio del fuego cruzado. De hecho, algunos milicianos procedentes de Tobruk (en el este, a 150 kilómetros de la frontera con Egipto) tuvieron que obligarle a refugiarse en Ajdabiya poco antes de que los soldados leales al régimen tomasen la zona. "Me quedo para animar a los jóvenes, para que sigan luchando hasta que lleguemos a Trípoli", asegura. Por su temeridad y sus insistentes proclamas, pero también por sus apariciones en Al Yazira, que acostumbra a grabar sus directos en este punto de la carretera hacia Brega, Al Tahory es ya todo un personaje del frente. "Después de Allah, este es el verdadero líder de la revolución", asegura un militar que no quita ojo a todo aquel que se acerca a este hombre entrañable. Junto a él, un miliciano le sostiene un paraguas que utiliza como sombrilla. Este licenciado en Ciencias Políticas que ha dejado a su mujer y a sus cuatro hijos en Bengasi, de donde es originario, insiste en que no se moverá de su sitio.