roma. El ex obispo ha admitido en la televisión belga Vt4 que abusó de sus dos sobrinos pero que "no tenía la impresión" de que uno de los sobrinos "se opusiera, al contrario".

Según declara el ex obispo, todo "empezó como un juego" y "no tenía nada que ver con la sexualidad" sino que, por el contrario, había "un intimidad que se instauraba". Sin embargo, el ex obispo Vangheluwe ha sostenido que "no era consciente de que esto tuviera un impacto así" sobre su sobrino porque creía "que se trataba de cosas superficiales".

Los obispos belgas han reconocido en un comunicado recogido por la Radio Vaticana que están "estupefactos" y "extremamente sorprendidos" ante las declaraciones de Vangheluwe y han asegurado que el tono utilizado por el ex obispo trata de "minimizar y justificar los crímenes cometidos, las consecuencias con las víctimas y sus familias" así como los daños "a los creyentes y a la sociedad".

Según ha afirmado la Conferencia Episcopal belga, Vangheluwe "no parece aceptar la extrema gravedad de sus acciones" y han sostenido que estas declaraciones "no corresponden a lo que se le ha pedido desde Roma".

Además, la Conferencia Episcopal belga considera que las afirmaciones de Vangheluwe son "una bofetada a los fieles". "Como nosotros, se encuentran desesperados y confusos ante la situación de Vangheluwe", agregan.

Los obispos afirman también que la entrevista y el modo de expresarse del ex obispo de Brujas "está en total contradicción con los esfuerzos realizados en los últimos meses" por la Iglesia belga, que intenta "abordar con seriedad el problema de los abusos sexuales" a través "de la escucha a las víctimas y la aplicación de las medidas adecuadas".

Benedicto XVI aceptó la renuncia de Vangheluwe en el mes de mayo de 2010, después de que éste reconociera que había abusado de su sobrino. La Congregación para la Doctrina de la Fe ha sometido a Vangheluwe a una "cura espiritual y psicológica" fuera de Bélgica.

Precisamente, los obispos belgas han destacado que confían en que "este retiro de silencio en el exterior" permita al ex obispo "reflexionar sobre sus acciones" y asuma "la cura espiritual y psicológica" requerida por el Vaticano.

Por su parte, el Gobierno y los partidos políticos belgashan expresado su indignación por las declaraciones.El propio primer ministro, el democristiano Yves Leterme, se ha declarado "horrorizado" por estas declaraciones. "Ha sobrepasado los límites de lo aceptable, esto no puede volver a suceder de nuevo", ha dicho. El ministro de Justicia, Stefaan De Clerk, ha dicho que está "estupefacto" por la entrevista y la diputada socialista Karine Lalieux la ha calificado de "repugnante".