Milán. El Tribunal de Milán aplazó ayer hasta el próximo 31 de mayo el juicio por el caso Ruby, en el que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, está acusado de incitación a la prostitución de menores y abuso de poder, ante la ausencia del político conservador en la sala, que fue declarado en rebeldía.

El abogado de Berlusconi, Giorgio Perroni, señaló que la ausencia del político conservador era debida a "motivos institucionales", aunque no se acogió a un legítimo impedimento para justificar que el mandatario no estuviera en el Tribunal.

El primer ministro envió una carta a los magistrados de la IV Sección Penal en la que se excusó su ausencia por "compromisos institucionales" y que fue leída en la sala.

En la carta, Berlusconi explicaba que su intención es la de "participar en las audiencias" y consentía a que la vista procediera dado que se trataba de "una primer audiencia de carácter técnico".

Poco después llegó una comunicación del secretario general de la Presidencia del Consejo de Ministros, Manlio Strano, en la que se aseguraba que Berlusconi "deberá presidir en el Palazzo Chigi, sede del Ejecutivo, el comité denominado Crisis Libia". Inmediatamente, los magistrados declararon al primer ministro en rebeldía y aplazaron el proceso para el próximo 31 de mayo, con lo que la primera audiencia del juicio, que comenzó hacia las 10.00 horas, finalizó diez minutos después, para desencanto de los 110 medios de comunicación acreditados ante el Tribunal de Milán, muchos de ellos extranjeros.

Al Tribunal tampoco acudió la joven marroquí, Karima El Marough, conocida como Ruby Robacorazones, nacida el 1 de noviembre de 1992, quien mantuvo relaciones sexuales con el primer ministro en trece ocasiones en su residencia de Arcore, cerca de Milán, entre el 14 de febrero y el 2 de mayo de 2010, cuando todavía era menor de edad, según la Fiscalía, que ejerce como acusación.

Berlusconi además llamó la noche del 27 al 28 de mayo de 2010 para interceder por la liberación de Ruby, detenida por el robo de 3.000 euros, y alegó que era la sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak. Una llamada telefónica por la cual la Fiscalía acusa a Berlusconi del delito de abuso de poder.

El inicio del juicio, posiblemente el más complicado de los que afronta actualmente el primer ministro italiano, llega además un día después de que la Cámara de los Diputados se pronunciara a favor de plantear ante el Tribunal Constitucional un conflicto de competencias en este caso contra los magistrados milaneses. Una propuesta planteada por el partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), en la que se sostiene que el Tribunal de Milán no tiene competencia para juzgar la acusación de abuso de poder contra el político conservador.