Bruselas. La OTAN afirmó ayer que un 30% de la fuerza militar del régimen de Muamar el Gadafi ha sido destruida por los ataques internacionales en Libia, que se centran en la ciudad occidental de Misrata, considerada "una prioridad número uno" por la Alianza.

"El análisis es que hemos eliminado el 30% de la capacidad militar de Gadafi", dijo en una rueda de prensa el general holandés Mark van Uhm, jefe de operaciones en el cuartel general de la OTAN para Europa. Misrata, la tercera del país y bajo control de los rebeldes, ha sido atacada sin tregua desde hace mes y medio por la artillería de Gadafi, causando centenares de muertos y heridos. "Misrata es una prioridad número uno por la situación que se vive allí", aseguró el general Van Uhm.

Haded Mohamed Ben Alí, miembro del comité de crisis del Consejo Nacional Transitorio libio (CNT), criticó que los bombardeos de las fuerzas internacionales se repitan sobre las mismas zonas en lugar de concentrarse en otros enclaves, donde serían más efectivos. La Alianza, mientras tanto, aseguró ayer que su acción mantiene un "ritmo" similar al que desarrollaba la coalición liderada por Francia, EEUU y Reino que se encargó de los ataques en un primer momento.

Van Uhm insistió, en este sentido, en que la "situación ha evolucionado" y los "objetivos han cambiado". Una de las nuevas dificultades, relató, es el cambio de estrategia por parte de Gadafi, que utiliza vehículos ligeros para trasladar a sus tropas a las zonas de combate, escondiendo los tanques y otros equipos pesados en áreas urbanas y utilizando "escudos humanos" para protegerlos de los ataques de la OTAN.

La OTAN, mientras, también lleva a cabo ataques en los alrededores de Brega. La organización admitió además que sus bombas mataron a varios rebeldes en "un desafortunado accidente" durante el pasado fin de semana.

Sobre el terreno, las tropas de Muamar el Gadafi recuperaron ayer las posiciones que habían perdido en torno al enclave petrolífero de Brega y avanzaron hasta situarse a 15 kilómetros de la estratégica ciudad oriental de Ajdabiya, según informaron testigos presenciales.

Desde la mañana las fuerzas insurgentes, que controlaban tres accesos en diferentes puntos a Brega y tenían rodeada la ciudad, según el principal portavoz rebelde, Mustafa Geriani, intentaron hacerse con el control del enclave.

Sin embargo, y pese a que los sublevados aseguraron que sólo quedaban unos pocos grupos de efectivos del régimen libio desmoralizados y casi sin munición en la localidad, la artillería de Gadafi comenzó a disparar desde larga distancia un intenso fuego de misiles Grad, con un alcance cercano a los 40 kilómetros, indicaron las citadas fuentes.