TOKIO. El organismo nipón para la seguridad nuclear afirmó que los datos sobre la contaminación del agua subterránea de Fukushima, que según TEPCO mostró niveles de yodo radiactivo 10.000 veces sobre el límite legal, no son fiables.

La Agencia explicó que los análisis del agua cerca del reactor 1 de la central deberán ser revisados a la baja, ya que se han detectado errores en los programas de mediciones de TEPCO para materiales como telurio, molibdeno o circonio.

Hidehiko Nishiyama, portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear, calificó de "extremadamente lamentable" que la operadora haya ofrecido por segunda vez datos incorrectos de radiación en la planta en apenas una semana.

El domingo pasado, la eléctrica dijo que había detectado una concentración de radiactividad 10 millones de veces superior a lo normal en el agua que anegaba una zona del edificio de turbinas del reactor 2, pero después precisó que el dato

"TEPCO afronta una grave situación y no está cumpliendo las expectativas de quienes están muy preocupados por la compañía. Sus datos deberían ser fiables", dijo Nishiyama, citado por la agencia local Kyodo.

La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón también criticó las condiciones en las que los operarios trabajan para controlar los reactores de Fukushima, al

Algunos empleados comparten dosímetros -que miden las dosis de radiación absorbidas- mientras realizan una misma labor, algo que "no es deseable desde el punto de vista de la seguridad", según Nishiyama.

Fuentes de TEPCO citadas por Kyodo señalaron que el tsunami estropeó casi todos los 5.000 dosímetros de los que disponía la central y sólo 320 están en funcionamiento, aunque para ayer la empresa ya había conseguido otro centenar.

Los esfuerzos de las trabajadores se centran hoy en vaciar tanques a fin de almacenar el agua contaminada con la radiación, que ha inundado varias zonas de las unidades 1, 2, 3 y 4 y dificulta las labores para enfriar los reactores.

Además, está previsto que TEPCO comience hoy a rociar con resina algunas zonas de la planta para evitar que el polvo radiactivo se extienda con el viento y la lluvia.

Está previsto que en dos semanas se viertan sobre la planta nuclear de Fukushima un total de 60.000 litros de resina.