Madrid. El balance por la explosión registrada en una fábrica de munición en la localidad de Jaar, en la región de Abyan, en el sur de Yemen ayer era de 121 fallecidos y 45 heridos, según fuentes del hospital regional citadas por la cadena de televisión estadounidense CNN.

Según testigos presenciales, la explosión se produjo después de que varios vecinos irrumpieran en la fábrica para robar munición. La causa, añadieron, pudo ser un cigarro, que habría causado un incendio y, posteriormente, la deflagración. "Hay muchos cadáveres carbonizados, la situación es indescriptible", declaró un médico del hospital público de Jaar.

Las autoridades yemeníes manifestaron su sospecha de que Al Qaeda en la Península Arábiga fue la responsable de la explosión en la fábrica de municiones de la provincia de Abyan, según indicaron fuentes oficiales a la agencia de noticias Saba.

Mientras tanto, el presidente de Yemen, Alí Abdulá Saleh, instó ayer a los aspirantes opositores a sucederle a que obtengan la "confianza" de la población a través de las elecciones y no inciten a los jóvenes a marchar contra el Gobierno.

Sin embargo, las conversaciones en Yemen para una transición del poder por parte del presidente se encuentran bloqueadas, pero fuentes próximas a las discusiones consideran que el acuerdo está al alcance de la mano. Saleh, por su parte, prometió que no habrá más concesiones a la oposición.